El capitalismo es un proceso de cerco creciente y continuo. La obtención de rentas, que equivale a la apropiación de plusvalía, requiere la colonización permanente de todos los espacios de existencia (o sea, todas las secuencias espacio temporales del aparecer del ser en el mundo como ente), retirándolos del dominio colectivo y limitando su uso, para obtener por ello una porción creciente de los bienes socialmente necesarios. Un chantaje, en donde se solicita plusvalía a cambio del uso de esos bienes que son negados en virtud del cerco, bienes que fueron obtenidos mediante trabajo social acumulado.
En ese sentido se ejecuta una sustracción. No es un robo en términos legales, dado que el derecho como dispositivo de objetivación y legitimación del proceso de cerco indica que el robo es intentar reapropiarse de los bienes cercados. La sustracción original, la violencia primera, queda recubierta por el proceso de constitución de un cuerpo de leyes que amparan ese primer escamoteo.
Para perpetuar el proceso de cerco se requiere el uso de la violencia para desalentar o combatir la resistencia a la violencia del cerco en continuo crecimiento. Las dos formas de violencia son imprescindibles dado que sin ellas el cerco perdería eficacia. También esta violencia queda recubierta por las leyes que están ahí para defender el cerco y la violencia que conocemos como tal, que en la mayoría de los casos es la reacción a la ampliación del cerco, se condena. Pensamos que las leyes nos "defienden" de la violencia y en realidad perpetúan el tipo de violencia que posibilita el cerco que sustrae bienes colectivos. Las leyes están ahí para que cualquier resistencia al cerco sea castigada.
¿A qué viene todo ésto?
Hablemos de la "sensación de inseguridad".
Dado que los planteos sobre "inseguridad" evitan tocar el espinoso tema de la propiedad privada en los términos en los que la hemos abordado al comienzo, equivocan las respuestas al "fenómeno".
Incluso los que indican que la inseguridad es en última instancia "fruto" de las desigualdades sociales, que arriman el bochín pero se quedan al borde del arroyo sin meter las patas en la corriente.
Nada de éso. Quizás (y ésto habrá que laburarlo mucho) la "sensación de inseguridad" sea la conciencia del despojo. Quizás, sólo quizás, la "sensación de inseguridad" sea el aviso sobre la inevitable reacción ante el cerco creciente de quienes están del todo fuera de él. Quizás, sólo quizás, la "sensación de inseguridad" sea el ethos de cerco que informa sobre el ataque de los despojados al dispositivo de cerco en el que muchos están dentro, otros con una pata adentro y otra afuera y otros pugnando por entrar.
Sólo quizás.
Y si lo miramos desde este punto de vista, el "crecimiento" no terminará con ningún problema porque el cerco crece y expulsa. Pero ése es otro tema.
Ampliaremos.
No me gusta ser Casandra (versión 2023)
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Otro año interesante ,en el sentido de la maldición china,se termina.
Siempre me he considerado el nivel cero de la perspicacia. No soy buena
previendo aco...