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lunes, 15 de octubre de 2012

PREMIO NOBEL A LA RELIGIÓN DE MERCADO

Cuando uno lee lo que "premiaron" con el Nobel de Economía advierte lo lejos que estamos de superar la teología de mercado. Y también comprende lo mucho que habrá que laburar para desterrar mitos tan absurdos como "la ley de la oferta y la demanda" o "la optimización de las asignaciones entre oferta y demanda" cuya pretensión es "a partir de la teoría de los juegos cooperativos, Shapley estudió y comparó distintos métodos de emparejamiento para lograr asignaciones estables, desarrollando varias herramientas específicas, en particular el denominado algoritmo de Gale-Shapley. Los métodos diseñados por Shapley limitan los motivos de los agentes para manipular el proceso de emparejamiento, aparte de lograr siempre una asignación estable.".
Pero no contentos con pensar que la matematización es una panacea, también sin decirlo postulan que la economía es como es y más que nada hay que entenderla. A lo sumo inventarse un "método" para optimizar las asignaciones.
Lo que pasa es bien otra cosa y si no quieren verlo los señores académicos es por su ceguera teórica o sus opciones políticas que se fundan en el axioma del mercado todopoderoso, o sea, teología ramplona y simplista, a pesar de los vericuetos algebráicos.
Y encima "tomando como base el algoritmo de Gale-Shapley, al que introdujo distintas modificaciones, Roth rediseñó con éxito los métodos usados por instituciones para emparejar por ejemplo a médicos con hospitales, estudiantes con escuelas o donantes de órganos con pacientes que necesitan un trasplante."
Una delicia.
Pensar que pueden matematizar motivos, obtener un algoritmo que los combine más o menos, y que como resultado "optimizarán las asignaciones entre oferta y demanda". ¿Me están cargando? Eso sacan estos tipos por pensar que los axiomas son verdades reveladas. Hay demasiadas concepciones que estos señores dan por hechas. La discusión no es cómo funcionan. La verdadera controversia, la más profunda y necesaria es si las cosas son como los pibes estos creen que son, cosa que está antes de "estudiar" cómo cuernos funcionan.
Cuando premian barbaridades teóricas como la premiada legitiman académicamente el despojo y la explotación.
Aunque la parafernalia académica pueda parecer abrumadora, estos señores no están tan lejos de Broda y Melconian. A lo sumo son un poco más sofisticados para formular sus dogmas.
No se dejan engañar, no es ciencia, es teología.