Supongo que, con el celo que tiene por la libertad de prensa, la SIP debe estar que bufa por éste asunto. ¿No?
Porque, si me preguntás a mi, la cosa se parece bastante a censurar y amordazar a la prensa como hacen mesmamente en Argentina en donde los próceres de los grandes medios no pueden hablar.
Cierto, es que estos periodistas son amigos de dictadores narcisitas-leninistas que se han empecinado en ganar todas las elecciones en las que se presentan. No merecen ningún apoyo de tan egregia institución. ¿Cómo se me ocurre?