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Bueno, sanseacabó: metan presa a CFK, a Máximo, al nieto, al perro, a todos nosotros que somos "kukas", a los que no nos insultan, a los que nos insultan con menos entusiasmo, a los que no nos dan bola porque ahí está la semilla de un kuka, a los que están en la vereda de enfrente pero no dicen "chorra, choriplanero, kchorros" veinte veces por hora como manda el catecismo.
Borren nuestros nombres, eliminen la "K" del alfabeto, dejen de usar la palabra pueblo para siempre, usen vecino hasta para referirse a un convicto, muevan el 24 de marzo al 29 de febrero, impongan vía decreto que los desaparecidos fueron estamos bien los 33, reconcilien a Mickey Mouse con Zamba, etc.
Hagan lo que se les cante el culo, lo que el odio les mande y abunde. Ahora háganlo, no pierdan un solo minuto de vuestra vida.
Una vez que todo ocurra, una vez consumada la orgía de violencia simbólica y física, tu presente seguirá siendo la misma mierda que es. Verás que nada va a cambiar, que vas a seguir sin poder pagar la luz, el gas, el agua, que tendrás que dejar de tomar leche, comer carne, pollo, fideos, pasto de las veredas, residuos de las cloacas. En el presente. Acá en donde duele, en donde corren los pingos.
Podrás intentar engañar al estómago con la pueril satisfacción moral de berrear como nene en corralito: "¡No vuelven más!". Pero el estómago es un piola bárbaro al que los discursos no engrupen.
Nada va a torcer el rumbo de esta tragedia en donde vos no estás invitado como sobreviviente. Mucho menos como ganador. En el futuro que te prometen no estás all inclusive, ni como espectador desde el techo de la villa, ni espiando por el ojo de la cerradura. La revolución de la alegría no es para vos, orejón del tarro.
Asi que dale, vengate. Los Kukas somos todos malos, sucios, hediondos, mantenidos, ideologizados, terroristas, no usamos el baño, no nos ponemos desodorante en los sobacos, transpiramos con olor a cebolla y las zapatillas se nos pudren en las patas debido a los hongos que portamos desde la cuna, nos robamos todo, recibimos coimas de la Caperucita Roja para dejarla pasar con la canastita y del Lobo Feroz para enviar a Caperucita a la casa de la abuela, rematamos a la madre de Bamby de one garrotazo, etc.
Sacanos del país, del planeta, del universo. Nos lo merecemos.
Listo.
Pero tu presente, este presente, seguirá siendo de mierda.
Cuando ya no te quede pasado sepulto vivo, cuando el futuro sea una puerta cerrada, ahí tendrás el presente en donde no te quedará grasa corporal para resistir al verano. Sin el consuelo del enemigo estará delante tuyo el espejo, que no se limita a un ingenioso artefacto, el espejo también serán los otros, ahora ayunos de objeto de odio.
Y tu gran espejo será el presente.
Presente, presente, presente.
Así caminarás por la tierra yerma repitiendo como un mantra esa palabra, convirtiéndote de a poco en esa añoranza de la muerte que las películas de jolivud han llamado "zombis".