El señor vampire que funge como ministro de energía (¿les dije que suprimí las mayúsculas para referirme a puestos que ocupan los tipos de cambiemos? les aviso ahora, mientras duren, "
ministro", "
secretario", "
presidente" contarán con ese tratamiento acorde a la categoría de los detentantes) juega con la paciencia de todos y
redobla la apuesta: los tarifazos (dice) no alcanzan para cubrir "
los costos" y por eso habrá más aumentos.
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Me voy a sobreponer a las ganas locas que tengo de enviarlo en remerita y ojotas a cruzar los hielos continenrales para realizar una petición. Simplona, más bien primitiva, hasta pedestre.
Ya que estamos en plena etapa de "sinceramiento" voy a solicitar exactamente éso: sinceramiento.
En este pequeño y emotivo acto pido, no, pedir no, exijo conocer la estructura de costos, completa con pelos y señales, de las empresas que brindan servicios públicos: electricidad, gas, agua, teléfonos, salud, etc. Quiero saber en detalle cuánto les cuesta, cuánto invierten, cuánto les cobran de impuestos y más que nada, cuánto ganan. Sin dibujos, sin excepciones, sin letra chica. Todo. Nada de que "no se puede porque entregaríamos información a la competencia", "es confidencial porque atañe a la operación diaria, etc.". Me chupa un huevo. Me importa tres malditos carajos. Quiero toda la información acerca de los costos. Y la quiero para ayer.
¿Para qué? Para saber si estas quejas munícipes acerca de que no cubren los costos tienen algún parecido a la realidad. No sé, si no cubren sus costos, entonces durante años han estado ¿perdiendo plata? Dale. Juguemos al sinceramiento. Sinceren los costos. Que el margen de ganancias real esté ahí para verlo, sopesarlo y ponerlo en cuestión.
Y aprovecho la oportunidad para hacer extensivo este pedido a todas las empresas. Todas. Supermercados, lavaderos, salones de fiesta, bancos, financieras, exportadoras, lo que se te ocurra. Quiero conocer los costos reales de cada una de esas empresas. Completos. Sinceramiento, bah. Les quiero contar las costillas porque de ese conteo depende lo que ganan o pierden, lo que gano y pierdo.
Y como soy un jodido quiero que esa información sea pública. Porque los orejones del tarro tenemos el derecho de conocer cuánto dice un tipo que le cuesta producir algo o brindar determinado servicio para poder analizarlo, decidir si es cierto o no y actuar en consecuencia.
Repito: sinceramiento.
Sinceramiento de costos (parece que les gusta esta expresión) que es además sinceramiento de márgenes de ganancia. No se preocupen si la información es muy "técnica". Tenemos nuestros propios jodidos para evaluarla.
Insisto: sinceramiento.
Ni más ni menos.
Quiero saber si lo que dice Aranguren es cierto. Y de no serlo (como sospecho) poder meterle una patada en el culo de una potencia notable. A él y a las empresas a las que les interesa el país que viven de exprimir un mercado cautivo. Por ejemplo, si del análisis de los costos y beneficios de una cadena de supermercados deducimos que los tipos tienen márgenes de ganancia promedio superiores al 300 % y a los productores les llegan las miguitas, entonces podríamos decidir quitar del medio a esas entidades filantrópicas y comprarle derecho viejo al productor, o presionar a esas empresas tan mani pulite para que obtengan márgenes de rentabilidad que no se parezcan a una estafa.
Para todo eso quiero sinceramiento de costos.
No me parece mala idea ¿no?
Puro sinceramiento.