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En los primeros tiempos del Macrinato gritábamos: "¡Abrí el congreso la puta que te parió!". Bueno, lo abrió y nos cagó de arriba a abajo. Y nosotros nada.
Después cantamos en la calle "¡Dignidad de los trabajadores, y al que no le gusta, se jode, se jode!". Bueno, se cagó en la dignidad de los trabajadores, es más, se caga todos los días en la dignidad de los trabajadores. Y nosotros nada.
Más adelante los alaridos dijeron: "¡Che gorila, che gorila, no te lo decimos más, si la tocan a Cristina, que quilombo se va a armar!". Bueno, la tocaron, la están tocando, la manosean todos los días. Y nosotros nada.
Eran cantitos. Consignas que se han demostrado vacías porque no le pusimos el cuerpo a ninguna, amagamos, nos hicimos los tauras pero a la hora de los bifes, nada.
Desde que arrancó el Macrinato están cagando a palos a los laburantes: estatales, docentes, jubilados (si, ya los cagaron a palos), manteros, mapuches, etc. Y nosotros nada.
¿Sabés porqué los cagan a palos, sabés porqué los siguen cagando a palos? Este gobierno de focus group pregunta si está bien surtir grones y la mesnada responde que si. Y nosotros, los "empoderados" no movemos el culo.
¿Milagro Sala? Bien gracias. Agotándose en una cárcel jujeña porque los bienpensantes de Jujuy y del país están de acuerdo (¿comprendemos que estos sociópatas no mueven el orto sin una encuesta?). Si, hubo manifestaciones, algunas, desparramadas. Pero pocos se quieren comprometer con el asunto. Como con nada. Excepto mandando alguna puteada en el facebook o en el portal de un diario o en un blog.
Somos una máquina de indignación. Que a esta altura es indignación al pedo.
Ya sabemos que este gobierno es una mierda, que los legisladores nos cagaron, que los ratis azules y verdes tienen ganas de pegarnos cada vez que nos ven, que la justicia no nos protege, que nos boludean todo el maldito día. ¿Todavía hace falta alguna evidencia?
Ya está muy claro.
Y nosotros nada.
Somos puro jarabe de pico.
¿Sabés en qué nos convertimos cuando la inacción es la respuesta? En cómplices.
Después hablamos de lo jodidos que somos, de lo críticos que somos, de los perspicaces que somos: sin mover las nalgas del sillón somos tigres de papel. Origami, pura apariencia al pedo. Justo lo que le hace falta al Macrinato: excusas para seguir apaleando pero sin respuestas colectivas.
Ponemos caras de monos sabios y apelamos a la astucia de la "política": ¿qué política? Los representantes que votamos y nos sustituyen no dan la cara, con un par de honrosas excepciones y la interminable Hebe de Bonafini que es la única que sigue yendo al frente, Hebe, la que sigue dando el ejemplo (el ejemplo que no seguimos), Hebe la que nos sigue tapando la boca.
Todos los demás, ausentes. Nosotros incluidos.
Un fuerte aplauso.