En su defensa a ultranza de las trapisondas papales los señores sacerdotes no tienen límite alguno. Siguen jugando el juego del victimario que se quiere transformar en víctima. En el medio de la "defensa" el señor Sodano desliza un comentario descalificador sobre los denunciantes. La culpa es de los otros, aún cuando la culpa es nuestra. Lindo ejemplo de estos pastores, que de a poco, sin prisa pero sin pausa, comienzan a perder el rebaño.
No me gusta ser Casandra (versión 2023)
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Otro año interesante ,en el sentido de la maldición china,se termina.
Siempre me he considerado el nivel cero de la perspicacia. No soy buena
previendo aco...
2 comentarios:
Lindo sería que uno de estos curitas "equivocados" termine en una cárcel común, así se junta con los "errores" de los demás presos.
A ver cómo le queda el evangelio
Ram:
Amén.
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