Algunas reflexiones sobre el Paro del Subte en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires:
1.-La Administración Macri:
La gestión de Mauricio Macri ha dado sobradas muestras de ineficacia. A contramano de lo prometido en las campañas electorales que lo catapultaron a la Jefatura de Gobierno, Macri demostró en la práctica que carece de cuadros para encarar una gestión medianamente a tono con lo declamado. Tampoco posee cintura política para capear los problemas que aquejan a la ciudad de Buenos Aires.
Su postura frente a todos los problemas es, achacar la culpa a un tercero, en este caso el Gobierno Nacional, o evadir la responsabilidad declarando que el asunto no le compete ni a él ni a su administración.
Y lo preocupante, lo más complicado es que no actúa, no hace nada. No gestiona, ni siquiera con errores. Hace la plancha tratando de no pagar los costos políticos que implican las decisiones de gobierno que cotidianamente debería tomar y que evita. Una mala gestión sin duda es mejor que una gestión inexistente.
En el Paro del Subte todo lo anterior se ha puesto de manifiesto en forma dramática.
La enorme fantochada de rechazar lo que se solicitó a los gritos, de no tener la capacidad ni las ganas de hacerse cargo del servicio, de inventar chicanas para desviar la atención, son evidencias de la dinámica que Macri le imprime a su administración.
El Subte corre ¿hace falta decirlo? bajo la superficie de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. ¿Quién debe asumir la responsabilidad por él entonces? ¿Los habitantes de La Quiaca? ¿El intendente de Venado Tuerto? No no. Ellos ya tienen sus propios problemas con el transporte público, de los que se hacen cargo como corresponde. Es más, en todas las provincias las administraciones se hacen cargo de gestionar el transporte público de pasajeros.
¿Por qué CABA debería ser la excepción?
2.-El Gobierno Nacional:
Ya hemos visto todo lo malo que es Macri. Ya sabemos que pidió el Subte y luego se negó a aceptar lo que firmó. Ya sabemos que no es capaz de administrar ni un baño público. Ya sabemos que las únicas acciones que lleva adelante son medidas que favorecen los negocios de sus amigos más cercanos. Ya sabemos que los porteños lo eligieron a pesar de todo (porque lo dicho ya era vox populi desde hace bastante).
Entonces, basta de pegarle a Macri por el Subte, porque eso es, sin duda, transformarse en Macri. Y en el mismo movimiento, convertirlo en un mártir.
Por otra parte, en la situación actual del Subte el Gobierno Nacional también tiene responsabilidades ineludibles porque hasta este momento, el asunto estaba sus manos. Está en sus manos dada la prescindencia de Macri. Puede no gustar el asunto, pero es así. Ya que Mauricio huyó de sus responsabilidades, quien se hace cargo es el Gobierno Nacional.
Y ya que la administración del PRO no quiere hacerse cargo, no sirve dejar que Mauricio se cocine en su propio jugo porque los medios serios le cubrirán la espalda y los ciudadanos de CABA lo seguirán votando. Entonces, los usuarios del Subte, sean éstos quienes fueran, sufrirán, o la inacción de Macri o la inacción del Gobierno Nacional que, con la intención de que Macri se exponga a la luz pública mediante algún tipo de gestión, también mira para otro lado.
No se va a hacer cargo. Ni antes, ni ahora, ni después.
Entonces, jugar a que desmontamos la estrategia discursiva de Mauricio mientras los tipos que viajan en subte juntan bronca no sirve para nada. Y además, es subestimar a los ciudadanos de a pata pensando que no entienden nada de nada. Entienden. A veces más o menos, pero entienden.
Lo que sirve, serviría, es que el Gobierno Nacional, dada la actitud de Macri, se hiciera cargo del servicio. Esto implicaría sacar a la empresa privada que administra el subte como el culo, generar estrategias para mejorar el servicio, incorporar material rodante, etc., etc.
Macri no va a pagar costos políticos por esta crisis. el Gobierno Nacional sí.
Macri seguirá en la postura de víctima: un político probo atacado por la administración central en virtud de su condición de opositor.
Entonces, no tiene sentido insistir con que se haga cargo dado que no lo hará. O intentará hacerlo bajo sus propias condiciones que implican, en la práctica, un subsidio más amplio que el que tenía.
Es preferible, pienso yo, tomar el Subte y tratar de hacerlo funcionar. Prescindir de Macri (dado que ha manifestado su intención de no hacer nada) y trabajar para que el servicio mejore.
No es justo, ciertamente, porque CABA tiene su propia administración. Pero esto al tipo que usa el subte le importa un pito. Quiere viajar y listo.
Seguir culpando a Macri es, también, echarle la culpa a un tercero. Y no hacer nada es, también, hacer la plancha. Las dos cosas que hace Mauricio.
Lo que el Gobierno Nacional necesita hacer es tomar la iniciativa y exponer la inacción macrista con la propia acción.
Al menos, así lo veo yo.