La prédica constante de destacados programa de TV como Policías en Acción está dando sus frutos. Tres personas fueron detenidas en Mendoza en relación al homicidio de un empresario. ¿Los detuvieron por alguna investigación previa, las famosas "tareas de inteligencia"? Nada de eso. Pasaban por ahí, eran morochitos, en fin, sospechosos.
Revisemos los hechos: luego de ocurrido el asesinato, tres "sujetos" fueron detenidos como posibles autores del crimen. Con una celeridad inusitada, la Policía de Mendoza detuvo a tres "sospechosos".
Como se puede verificar los "sospechosos" ya habían sido declarados culpables. La rueda de reconocimiento era apenas un trámite. También se describe el procedimiento que llevó a la detención de los tres "delincuentes".
Pero la cosa nació torcida y así iba a continuar.
El Diario Uno informó unos días después que sólo quedaba un detenido por el crimen. Y la policía de Mendoza mentía sin pudor sobre la forma en que "
rastrearon" a los "
sospechosos".
Ahora resulta que al menos dos de los "sospechosos" fueron detenidos cuando pasaban por ahí. Pero claro, tenían pinta de peligrosos: ya se sabe, piel oscura, tatuajes. Y estuvieron detenidos sin tener ninguna relación con el crimen.
En la rueda de reconocimiento ocurrió un hecho que resume los prejuicios que recorren todo el imaginario de la "gente": "descartaron de plano a Astorga y sólo se inclinaron "como una sospecha" sobre Rojas, pero no por su fisonomía, sino por "los tatuajes y el color de piel".
El diario además, se disculpa tímidamente diciendo que la noticia de la aprensión de los "sospechosos" fue brindada por la policía. O sea, nosotros no fuimos.
Si fuéramos inocentes pensaríamos que la policía "se equivocó". Pero no somos inocentes y la actuación de la Policía de Mendoza es la que ahora despierta sospechas.
Pero bueno, ellos tienen la culpa por tener esa pinta. Si se vistieran mejor, que se yo.
Que queres con estos negros de mierda.