¿Te imaginás qué hubiera pasado si Cristina Kirchner censuraba alguno de los muchos programas que emitió Jorge Lanata denunciando la "corrupción K"? Si, calculo que te lo imaginás. ¿Sabés una cosa? No pasó nunca. PPT, Lanata y toda la corte de los milagros pudieron decir todas las barbaridades que quisieron, cuantas veces quisieron, en cadena nacional no oficial y nadie les tapó la boca, nadie los sacó del aire.
Por eso vos, cacerolo descafeinado, pudiste llenarte de veneno a gusto y piacere todos los domingos a la noche o cada vez que sintonizabas TN o Canal 13 o cualquiera de esos medios serios. No se te ocurría que alguna vez ibas a querer ver a Lanata y por facebuk Lanata himself iba a emitir un comunicado informando que el canal había levantado el programa sobre la ruta del dinero K.
Repito lo que he dicho un montón de veces: yo luché para que pavotes como vos tuvieran esa posibiliddad. Pero parece que la cosa es unilateral.
Porque hoy yo quería ver el informe de Roberto Navarro en "Economía Política" sobre el socio de Mauricio Macri, Nicolás Caputo y me encontré con estos comunicados:
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No importa lo que Navarro iba a decir o lo que el informe iba a mostrar. Esto es mucho más grave. La república cacerola pudo indignarse con informes fraudulentos, que carecían de pruebas y que luego fueron desmentidos en la justicia. Pero los pudieron ver porque nadie los censuró.
Yo y muchos no podremos ver Economía Política porque sí fue censurado. Porque el asuntito ése de la diversidad de voces consiste en que todos puedan decir lo que tengan ganas sin que nadie les tape la boca. Incluso difundiendo pescado podrido para desestabilizar al gobierno.
El juego de la libertad de expresión consiste, precisamente, en la libertad de expresión. Cuando solo un lado puede hablar lo que tenés es lo contrario. No hay libertad de expresión. Aquello con lo que nos corriendo durante años y que nunca pasó ahora sí es una realidad espantosa. Antes era una argucia discursiva que recubría la necesidad de hablar sin réplica. Ya en el poder simplemente silencian las voces discordantes.
¿Por qué no dejar que Navarro diga lo que quiera y después decidimos si le creemos o no? Porque el pseudo rey está en pelotas y no quiere ningún espejo. Y los cacerolos tampoco.
Las conclusiones que uno saca de esta torpeza son espantosas. A días del 24 de marzo (un 24 de marzo que no será como otros, y lo saben) volvió la censura abierta, obscena y explícita. No aprendimos una mierda. Al menos una porción nada despreciable de la sociedad (o sí) no aprendió un carajo.
Hoy además de la bronca y la rabia que me corroen los dedos, tengo una angustia nada psicoanalítica. Este camino que hoy confirmaron desemboca en un lugar al que no deseo volver. Pero veo que la calesita está a punto de estrellarse.
1 comentarios:
Dormi, sea serio, Navarro la sacó barata, para alguien que cuida tanto la amistad, la ofensa es grave, suerte que no le mandó la UCEP, la brava de Boca o al intrépido gobernador morales, el general custer de Jujuy....
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