Nunca fui muy tolerante con Mauricio Awada, pero ahora anticipo: si me lo cruzo en la calle le bajo los dientes y le reinstalo el bigote. ¿O sea que se me acabaron los argumentos? No para nada. Se me acabó la paciencia. Esta postura de jugar a la víctima, al pobre hermano pequeño que es castigado por la administración central y de esa forma no puede laburar "por la gente" me tiene harto. Quizás este pejerrey sin ojos pueda engañar a un porteño derecho y humano recalcitrante, pero a mi me rebalsó.
Estoy podrido de este nene de mamá protegido por la conspiración de silencio de los medios serios. Te pregunto pedazo de empanada de polenta: ¿es el gobierno nacional el que te impide arreglar el Borda? ¿O el hospital Rivadavia? ¿O las escuelas? Si te digo inútil te estaría haciendo un favor Awada.
Si si, me calenté.
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2 comentarios:
¿Ta recaliente con el niño?Afloje.Deje un poco de bronca para cuando el sorete subsidie un centro espiritual de odolito dominguez.
Moscón:
De ese delirante me ocupé hace un par de días. Aunque ya me venía encargando de él desde hacía bastante tiempo, aunque los canales de televisión se han enterado ahora, aunque el video con la investigación sobre el tipejo sea del 2002, creo.
Con respecto a Macri, en serio, hoy me colmó la paciencia. No me extrañaría que fuera amigo de ese chanta de Odolito, es más, habría que buscar la conexión y quizás la encontraríamos.
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