Uno de los peores snobismos consiste en desmerecer cualquier manifestación artística fingiendo una complejidad de espíritu que no es tal. Munido con una excusa geográfica, esto es, vivir en una urbe que se precia de estar a la vanguardia en cuanto a cultura, el snob de esta especie arruga la napia cada vez que algún hecho artístico le es presentado. Cualquiera. Excepto, claro está, aquellos que provienen de esas ciudades míticas en donde el snob sitúa la cultura.
Pasados tantos años, este personaje sigue ejecutando a pie juntillas la expresión "civilización y barbarie", considerando que la cultura de su país es al menos inferior, cuando no una porquería. Sus apreciaciones no están fundadas en su bagaje estético. No. Su doxa se abastece de lugares comunes culturales que están de moda en los círculos en donde esos conocimientos "circulan" (o se asfixian).
No posee la capacidad para apreciar el arte más que como signo de refinamiento. Su espíritu no está en consonancia: su ignorancia es demoledora y su soberbia arrolladora.
Muchos de estos snob han descubierto ahora la existencia de Atahualpa Yupanqui. Tarde piaste dicen por ahí.
4 comentarios:
Lo más irónico es ver como se da vuelta como media cuando en el extranjero esa expresión cultural que él despreciaba es elogiada. Ya había ocurrido con el tango. Sobre Atahualpa...a Edith Piaf no le parecía tan mal su música.
Debo reconocerlo que a don Ata le empecé a dar bola pasados los veinte,cuando noté su profunda cosmovisión.Hasta los veinte fué todo rocanrol.
Iris:
Lo dicho.
Si lo legitiman en el exterior, entonces es cultura.
Moscón:
Yo me le arrimé antes, porque mis tíos escuchaban y escribían folklore.
Pero uno lo va sintiendo de a poco a Don Ata. Es necesario andar un poco de camino.
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