Por supuesto, si hay que invertir no se pueden desparramar utilidades a troche y moche como ha hecho la benemérita empresa con sede social en la madre putativa. Entonces, y al ritmo de la juida de los asustados accionistas que ven peligrar sus ganancias dado que la empresa es conminada a cumplir con sus obligaciones, las acciones se van a los caños. El famoso "humor de los mercados" ¿entendés?
Poemas con excusa: décimas mortuorias
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Aprovechando que la muerte de los espacios virtuales es reversible,
revivimos este blog para una nueva edición de los Poemas con excu...
2 comentarios:
El mercado es Violencia Rivas, tiene sus cambios de humor...
El quid es que ahora las ganancias tardan en llegar, entonces se busca la estafa pura y sencilla.
Cordialmente,
Yo.
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