Por supuesto, si hay que invertir no se pueden desparramar utilidades a troche y moche como ha hecho la benemérita empresa con sede social en la madre putativa. Entonces, y al ritmo de la juida de los asustados accionistas que ven peligrar sus ganancias dado que la empresa es conminada a cumplir con sus obligaciones, las acciones se van a los caños. El famoso "humor de los mercados" ¿entendés?
El mercado es Violencia Rivas, tiene sus cambios de humor...
ResponderEliminarEl quid es que ahora las ganancias tardan en llegar, entonces se busca la estafa pura y sencilla.
ResponderEliminarCordialmente,
Yo.