...
La felicidad, como los trapitos sucios, se lava en casa.
Y si no, pregúntenle a éste señor.
Me resulta extraño que una buena noticia traiga aparejado este tipo de represalias. Yo, que soy un desconfiado, pienso que quizás la felicidad tenga que ver con trapos sucios, o al menos, no tan limpios. Pero ya saben que tengo un problema con éstas cosas.
0 comentarios:
Publicar un comentario