La tierra puede ser hueca o no. E investigarlo es tarea de la parapsicología. Lo que sí posee una oquedad indiscutible es el cerebro de quienes establecen relaciones arbitrarias entre los orificios terrestres que este planeta se precia en generar para beneplácito de los insectos gigantes (existen, sí señor).
Ahora, aficionados como somos a las teorías conspirativas, podemos conjeturar que ese buraco es obra de una de las perforadoras que se le perdieron a Macri ahí en el Maldonado (sí sí, se extraviaron, caídas en el cumplimiento de la perforación). Pero debo ser justo con los comentaristas de este blog: uno de ellos sugirió semejante teoría algunos números atrás cuando parlábamos en términos estrictamente geológicos del gujero de Guatemala (¡no no, nada de "Guatepeor", un poco de imaginación caramba!)
Asi que, cualquier reclamo, se lo hacen al 0-800-LO DIJE YO SOLITO.
Y ¡guarda con los baches!, ya que de oquedades platicamos.
2 comentarios:
Ahora están por investigar a Silvita Suller!
Petardo:
Profundidades insondables esas. Digna tarea para un espeleólogo valiente.
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