¿Se acuerdan de aquellas palabras de Mario Vargas Llosa sobre Silvio Berlusconi?:
"Berlusconi es un caudillo. Una figura desaparecida desde hace tiempo y que no se esperaba tener de vuelta en la historia (...). Un caudillo democrático sin el autoritarismo de Mussolini"
"Parece imposible que un personaje tildado de superficial, poco culto y de dudosa ética, haya dirigido un país tan complejo como Italia"
Es cierto eso de que uno es esclavo de sus palabras. Claro que es Mario Vargas Llosa y su posición puede mutar cuando a él le haga falta sin ponerse colorado. Quizás ya lo esté pensando luego de algunas revelaciones soprendentes que explican cómo llegó al poder Berlusconi.
No vamos a ahondar sobre la impronta mafiosa de muchos gobiernos de derecha. En este caso basta con las evidencias que son muchas y se van amontonando. Sería bueno eso sí, constatar las características de los gobiernos que admiran y defienden tipos como Vargas Llosa. Para no creer en las bellas almas de los verdugos como decía Rodolfo Walsh.
2 comentarios:
Eeeehhh! que se esssperabaaa ehhh!!
(léase con acento argentano)
Nossotro lo italiano de la baja italia siamo cosí...eeee
Porca madonna esto que quierene la democracia sensa la mano pulite!!
Tarde pero seguro Dormidano.
Todo se sabe.
Un abrazo.
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