sábado, 19 de diciembre de 2009

EL CUENTO DEL TIO: Los vendedores de Buzones

Ocho años.
Hoy se cumplen ocho años.
Ocho años.
"Ohhhh, que se vayan todos, oh oh oh oh oh, ohhhh que se vayan todos, que no quede ni uno solo".
Eso no pasó. Ahí andan todos de nuevo. Y a no quejarse. El retorno fue posible gracias a nuestra desmemoria que a esta altura parece más bien estupidez.
"Piquete y cacerola, la lucha es una sola".
Eso duró menos que un pelado en la nieve o un pedo en un canasto.
Cuando las cacerolas consiguieron vacaciones en Mar del Plata y cierta apariencia de prosperidad, el piquete volvió a ser el enemigo número uno.
¿Qué quedó de todo aquello? Sangre regada en las calles.
Los responsables de esa sangre derramada siguen libres.
En una de esas, recordando aquellas promesas vacías y huecas, algo de luz recorra el futuro.
Un poco, una pizca, con eso me conformo.





1 comentarios:

Carlos Zuppa dijo...

Tanto optimismo con su "...un poco de luz recorra el futuro..." me recuerda siempre a Nitszche cuando afirmaba:
algunos creen que en la vida triunfan los mejores. No es así, siempre triunfan los peores, primero porque son muchos más; y segundo porque son mucho más tercos.

jajaja