"Respóndeme con franqueza. Si los destinos de la humanidad estuviesen en tus manos, y para hacer definitivamente feliz al hombre, para procurarle al fin la paz y la tranquilidad, fuese necesario torturar a un ser, a uno solo, a esa niña que se golpeaba el pecho con el puñito, a fin de fundar sobre sus lágrimas la felicidad futura, ¿te prestarías a ello? Responde sinceramente.
—No, no me prestaría."
(De "Los Hermanos Karamazov", Fyodor Dostoyevsky, 1880)
...
Hace bastante, mucho tiempo, vi la película "Hostel". Mal día aquel en que el aburrimiento me llevó a poner un DVD que contenía esa ominosa película. Los que la vieron saben que el tema central de "Hostel" es la tortura. No voy a contar los pormenores de la misma. Recomiendo no verla, eso sí.
Cuando terminó, aparte de estar asqueado por el innecesario despliegue de violencia gratuita me sentía además mancillado, lastimado, herido. Nunca lo había dicho hasta ahora. Tal el estupor que me asaltó en aquel momento. Las imágenes espantosas me trajeron varias noches de insomnio. Porque habían tirado la punta del ovillo. Aquello que había leído en el "Nunca Más", que me habían contado una y otra vez, adquiría entidad visible. La dimensión del dolor sufrido me apabullaba.
El recuerdo de aquel día volvió hoy leyendo un libro de Ariel Dorfman, "Otros septiembres" me encontré con el diálogo que se reproduce arriba. Dorfman dice que la pregunta de Ivan Karamazov está más vigente que nunca. ¿Estamos dispuestos a tolerar la tortura? En Escobar, cuando eligieron como intendente a Luis Abelardo Patti, torturador y genocida, estuvieron dispuestos a aceptarla. En EE.UU. la aceptaron para combatir "el terrorismo". Ahora mismo, los vecinos asustados por la inseguridad que los asalta desde las pantallas de televisión, están dispuestos a aceptarla. Aceptar la tortura. Un acto vejatorio inmensamente horrible en donde alguien que en ese momento es omnipotente ejerce violencia física sobre otro sujeto que está indefenso.
¿Estamos dispuestos a tolelarla?
Cuando aparecieron las imágenes de los policías torturando presos en Salta, muchos se horrorizaron y pidieron castigo para los responsables. Pero también otros muchos aplaudieron a los torturadores.
Cuando aparecieron las imágenes de los policías torturando presos en Salta, muchos se horrorizaron y pidieron castigo para los responsables. Pero también otros muchos aplaudieron a los torturadores.
La pregunta de Karamazov, como señala Dorfman, sigue vigente. Nos apunta y cuestiona.
De la respuesta se desprende el tipo de sociedad en la que queremos vivir.
Y qué clase de personas somos.
Y qué clase de personas somos.
4 comentarios:
HAY UNA MUY PUTA VACUNA PARA QUIENES TOLERAN O ALIENTAN LA TORTURA: QUINCE DÍAS PRESOS EN LA RANCHADA DE UN ESTABLECIMIENTO DEL SERVICIO PENITENCIARIO DE LA PCIA. DE BS. AS.
Y LA DOSIS ES APENAS HOMEÓPATICA.
Edu:
Yo no sé cuál es la cura.
Pero si sé que la sociedad, al menos la sociedad argentina, tropieza una y mil veces con la misma piedra.
Estimado Dormidano, su blog es una luminaria maravillosa. Posts como este lo confirman (una vez más). Ah, no me canso de recomendarlo a mis alumnos. Y sepa que he linkeado muchos posts suyos en Facebook. Abrazo.
Jorge:
Es un verdadero honor.
Ya me puse colorado.
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