Marcos Peña ejecuta en esta entrevista la nunca bien ponderada falacia ad hominem. Sin responder a la pregunta (porque es vivo como el hambre y la mierda le llega hasta la nuca) desestima el asunto argumentando que el denunciante no posee "autoridad moral" para tal denuncia. Y no es la moralidad del denunciante lo que se discute, son las acciones del denunciado que Peña elude mencionar mediante este ardid elemental.
Acá no se está poniendo en el tapete la credibilidad de unos o de otros. No Marquitos. Acá hay una denuncia penal y ¡hay pruebas! Y las pruebas no son elementos sometidos a plesbicito. Porque son pruebas. Si le creen a Filmus o a Juan de los Palotes es irrelevante. Porque hay pruebas. ¿Ta claro?
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2 comentarios:
Y es que muy difícil discutir hechos cuando la estrategia es evadir el tema. Era algo que Dolina señaló varias veces en su programa: no podés discutir una posición política (por ejemplo: el papel del estado) basándote en el color de la corbata de un diputado o en el hecho de que le pone los cuernos a su esposa. Eso no nos dice nada acerca del tema central.
Pero hay algo peor en esta forma de defensa, que es el desincriminar al acusado culpando a la víctima (estilo: "y, era ligerita de cascos, tarde o temprano le iba a pasar algo", acompañado de una repugnante risita cómplice)
Entre paréntesis: el saludito burlón de Macri a Filmus. ¿Fue porque Durán Barba estaba distraído? Se le cae la careta muy a menudo al Mauri.
Iris:
Ese saludo lo pinta de cuerpo entero a Macri. Sobrador, pagado de sí mismo, amparado en la impunidad que le brinda su paraguas mediático.
Pregunto ¿es que nadie se da cuenta del asunto o somos los únicos paranoicos?
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