lunes, 15 de noviembre de 2010

LA OBVIOLOGÍA MÉDICA ATACA DE NUEVO

Además, investigaciones científicas han descubierto que un martillazo en el dedo genera dolor, propio o ajeno (en el caso de que alguien le sostenga el clavo y la puntería del martillero no sea buena). Así como te lo digo.
...
...

10 comentarios:

Sujeto de la Historia dijo...

Lo interesante de esto es que los obviólogos además están haciendo distinción de género.
Seguramente, en una próxima entrega tendremos nuevos y asombrosos estudios acerca de cómo inciden en el hombre (que debe ser similar, pero distinto, ¿vio?)

José Pepe Parrot dijo...

Sujeto:
Claro, los hombres están estresados. Las mujeres estresadas. Ahí hay material para por lo menos una serie de artículos...

Laura dijo...

Ni te cuento cuando tenés un trabajo estresante y riesgo de perderlo. Ahí, directamnente, te morís.

Moscón dijo...

Otra investigación llevada a cabo por una universidad de puta madre,demuestra que los carpinteros reciben mas martillazos en los dedos que un patinador artístico.
Se espera con ansias en las altas esferas del mundo científico los resultados de esta misma universidad sobre la diferencia de satisfacción del eructo en diversos idiomas.

Guillermo dijo...

Era sabido, la naturaleza lo dictó y ahora, por fin, la ciencia lo confirma. Que vuelvan a la casa, a cuidar críos, lavar platos, preparar la cena y leer revistas, y nos dejen los cargos gerenciales y otras tareas estresantes a nosotros. Me acusarán de machista. Lo siento, pero lo dice un estudio.

José Pepe Parrot dijo...

Laura:
Ahí directamente hay que comprar las coronas y no de reina.

José Pepe Parrot dijo...

Moscón:
¿A que los patinadores artísticos sufren más caídas en patín que un carpintero?

José Pepe Parrot dijo...

Guillermo:
A éso llamo yo usar la ciencia como argumento.
Aunque la verdad, con los "gerentes" hombres que conozco, no sé qué sería mejor le digo.

Guillermo dijo...

Dormi, ¿y de donde cree que viene la frase "la ciencia al servicio del hombre"?

José Pepe Parrot dijo...

Guillermo:
Lo sabía, la ciencia es machista.