lunes, 5 de julio de 2010

UN BRINDIS Y UN FUERTE APLAUSO

Éstos de la UNICEF son unos integracionistas bárbaros. Mirá lo que hicieron. Agarraron un par de antenas satelitales, unos televisores, se fueron para Rwanda y Zambia (en donde la necesidad de televisores es proverbial) y ahí nomás se pusieron a integrar a los niños.
Integrados de la forma en que se integra a un niño: poniéndolo frente a un televisor.
"La premisa que guió al programa The World Cup in My Village (El mundial en mi pueblo) fue clara desde su lanzamiento: "Si queremos llegar a jóvenes de zonas rurales, tenemos que ser innovadores". 
Uh. Son unos innovadores bárbaros.
Que lindo che.
"Mostramos los partidos del mundial en pantallas gigantes, a partir de un proyector y un pequeño dispositivo satelital. Recibimos la señal de cada juego y lo transmitimos a los chicos. Después de los encuentros, exhibimos videos cortos con mensajes relacionados con el analfabetismo, los derechos del niño, y el virus del HIV, todas realidades que afectan a Rwanda y Zambia"
La verdad, a este paso, en cualquier momento hacen la revolución.

11 comentarios:

Daniel dijo...

Y; de excusa en excusa vamos a llegar a... Che, no es por las excusas que están cagando a tiros a los pueblos de Medio Oriente? o estoy sintonizando otro canal?

ram dijo...

No sé usted, pero a mí me parece que estos ñatos hasta resucitar el canibalismo no paran, no falta mucho para que el negraje africano se manduque a estos "benefactores". Y no sería injusto.

José Pepe Parrot dijo...

Unfor:
Ésta es la mejor excusas para rascarse el higo y no hacer las cosas que hay que hacer.
Uno les pasa documentales sobre el HIV y el hambre y santo remedio.

José Pepe Parrot dijo...

Ram:
Justo ahí todos los benefactores servirían para algo.

Ringo dijo...

Que querés con un mendocino...

José Pepe Parrot dijo...

Ringo:
Si señor.
El coso es mendocino.
Y de un mendocino, excepto vino, no puede salir otra cosa.

José Pepe Parrot dijo...

Por las dudas aclaro que soy mendocino. O sea, no esperen nada de mi.

Facu Paduan dijo...

Ay ay ay.

José Pepe Parrot dijo...

Facu:
Satamente.
Yo me acuerdo que cuando era chico, llevaban una pantalla al colegio primario y ahí nomás ponían "cortos" sobre cosas como el chagas y no se qué. Aclaro que esto ocurría en una escuela rural. Pero nunca se molestaron en verificar los ranchos en donde vivían muchos de mis compañeros ni preocuparse sobre el detalle de si ésa mañana habían comido o no.
Seguro que eran de la UNICEF.

Espartaco dijo...

Según las 'nuevas' 'teorías' sociales la pobreza no es tan mala si todos le ponemos un poco de corazón y "compromiso"; pues lo que existe no son clases (proletarios, campesinos, burgueses, etc.) si no segmentos (A, B, C etc); ni lucha de clases si no desencuentros sociales, y que el problema no es la opresión, la explotación si no la "exclusión" (y por tanto la solución no es la revolución si no simplemente "incluirnos" un poquito más).

Me hace acordar al famoso texto de un argentino que decía, hablando de la modernidad: y pensar que nosotros salíamos a correr en las mañanas sin saber que estábamos haciendo footing, ni nos imaginábamos que ibamos de picnic pues en nuestra ignorancia nosotros le llamabamos un paseo al campo, etc etc.

José Pepe Parrot dijo...

Espartaco:
Claro. Es cosa de llevarlos a los negritos y ponerlos diez minutos frente a una PC. Con eso, si no se integran es porque no quieren.
La verdad, UNICEF pifia, y pifia muy feo. Pero no se equivoca por error, lo hace concientemente. Hace lo que hace sabiendo que está ahí para calmar algunas conciencias pero cuidándose de modificar la situación de origen. Y eso porque en la situación de origen está el problema. Y los que financian a UNICEF son el problema.
Eufemismos. Y a eso súmele eso del relativismo cultural (otra excusa teórica) y tenemos el escenario completo.