Viejo como estoy, comienza a cumplirse  aquella sentencia de que el diablo sabe por diablo pero más sabe por  geronte. A esta altura de los acontecimientos, he dejado de creer en las  casualidades.
Sobre todo en esas  casualidades que son tan convenientes para algunos personajes a los que  una casualidad vuelve a posicionar o los disculpa de sus crímenes.
Por ejemplo Nicolas Sarkozy al que le  dieron una paliza en las elecciones. Entonces, mágicamente aparece la  ETA, mata a un gendarme francés y Sarkozy se transforma en un líder  firme y seguro que muestra una "imagen" de padre protector y confiable.  (Es importante señalar que la agencia EFE usó la foto de un ciudadano  vasco que no tenía nada que ver con el atentado).
O como Benjamín Netanyahu e Israel,  cuestionados ambos mundialmente por insistir en la construcción de casas  en Jerusalén Oriental, territorio en disputa. Justo cuando estaban en  el ojo de la tormenta, cuando todos elevaban sus voces para condenar  esas acciones, un grupo terrorista que adscribe a Al Quaeda lanza un  misil sobre una población israelí y convierte en víctima al victimario.  Al Quaeda, un grupo terrorista que parece laburar para Israel y EE.UU.  porque cada vez que se manda una de las suyas le brinda argumentos a  esos dos países para endurecer sus posiciones o forzar acciones.
Demasiado conveniente. Una  casualidad que no lo parece en absoluto.
Claro, tengan en cuenta que yo suscribo teorías conspirativas.
NOTA:
 Obsérvese el tratamiento de Clarín sobre el lanzamiento del cohete sobre Israel. Sobre todo la denominación "Andanada".
2 comentarios:
Es la "casualidad permanente", como dijera el filósofo de Anillaco.
Igual que esos "polacos" drogados y atados que al "atacar" esa garita de la frontera, empezaron la 2da. guerra mundial.
Ram:
O como los sobres de Al Quaeda o los videos de Bin Laden.
Como tantas cosas bah...
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