Mostrando entradas con la etiqueta oposiciòn. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta oposiciòn. Mostrar todas las entradas

viernes, 20 de febrero de 2015

NO ES LO MISMO, AUNQUE A MI ME PARECE IGUAL, AUNQUE DICEN QUE NO, QUE ES LO MISMO PERO DISTINTO, QUE ANTES SI Y QUE AHORA NO PORQUE ES LO MISMO PERO UNA COSA ES UNA COSA Y OTRA COSA ES OTRA COSA A PESAR DE QUE SON LO MISMO

En esto de inventar chicanas y obturar los caminos para que no nos enteremos de nada, Patricia Bullrich y sus amigos se esmeran día a día.
Resulta que cuando invitaron a San Nisman mártir para que "informara" sobre su denuncia por encubrimiento estabamos ante un caso de responsabilidad cívica inmensa y meritoria. 
Ahora, cuando se invita a Polichinela para que haga lo mismo, o sea, y uso palabras de Ernesto Sanz "dada la gravedad de la denuncia hecha por el fiscal, el Congreso debe escuchar los fundamentos que lo llevaron a realizarla" nos encontramos ante la indebida injerencia del poder legislativo en el poder judicial. Citemos a Bullrich "El kirchnerismo se entromete en medio de un procedimiento de una causa que está en proceso y se equivoca. No es correcto convocar a alguien que está en medio de una investigación." ¿Y Nisman en medio de qué cuernos estaba? ¿De un té con scones?
Y si esto es así ¿por qué convocaron ellas (la citada y Laurita Alonso) a Nisman? ¿Eso no era "entrometerse"?
Además se apresuraron a firmar una nota para exigir que se anule la citación, no sea cosa.
¿Me están cargando? ¿Hasta dónde pueden llegar con estas maniobras? Doy por descontado que a muchos no se les pasará por alto, pero, ohh Tutatis, viendo y escuchando a los concurrentes a la gerontomarcha del otro día lo estoy dudando. Porque no hay peor ciego que el que escucha Radio Mitre o ve TN.
...
... 
...
Che, insisto ¿cuándo les van a preguntar en serio a Patricia Bullrich y a Laura Alonso qué mierda hacían llamando a cada rato a Nisman el fin de semana en que murió? Vuelvo a insistir otra vez: estas dos señoras tienen mucho que explicar en vez de pedir explicaciones. Y vuelvo de nuevo a insistir otra vez: cada vez que revolvemos el tacho el agua se vuelve amarilla. Vaya uno a saber porqué.

jueves, 12 de febrero de 2015

PARA LELO

¿Para discutir con quién?
...
...
El debate está en el recinto.
Vayan a laburar.

miércoles, 28 de enero de 2015

LA MISMA MIERDA, EL MISMO OLOR

La oposición: esa cosa amorfa y oportunista que camina por el mundo despojada de argumentos y convicciones, oponiéndose con argucias patéticas y conceptos vacíos de contenido operativo.
Oposición que se siente (junto con una parte de esa gente que se ha tildado de decente) guardiana de la moral y las buenas costumbres, que mira al mundo desde una torre de autosuficiencia, señalando con el dedo y obedeciendo, ante todo, obedeciendo.
Porque si hay algo que no es la oposición es independiente. Y no hablo de disciplina partidaria. Hablo de obedecer a intereses que no son los que propalan como sanata permanente y que les interesan un soto. Se cagan en la democracia, se cagan en el pueblo, se cagan en el diálogo. Usan esas palabras para encubrir sus intenciones, las verdaderas.
Inútiles. Venales. Pueriles. Y les estoy haciendo precio.
...
...
La única maniobra que deberían denunciar es su propia estulticia.
Pero no creo en milagros.

martes, 23 de diciembre de 2014

LA MISMA CANCIÓN ACÁ Y ALLÁ

...
...
Clarín les mandó el libreto que usó acá.
Se vienen los amparos.
Si eso existe en Uruguay.

sábado, 20 de diciembre de 2014

DEMENTES

Uno advierte que amplios sectores de "gente decente" tiene las facultades al menos alteradas, digamos, los pajaritos han abandonado la fila. Pero incluso algunas veces es más que demasiado.
Por ejemplo en el artículo que sigue, publicado en Ambito Financiero, sobre el estado del tiempo en el día de ayer. Observen los comentarios del forista. Cabe acotar que el mencionado trota a través de las notas de Ambito comentando en todas y cada una, con mucho mayor entusiasmo si se trata de Mauricio Awada.
...
...
Esos comentarios en ese artículo son la confirmación de mi diagnóstico: demencia galopante. Yo creo que necesitan ayuda psiquiátrica urgente.

sábado, 6 de diciembre de 2014

PARA ESO QUERÍAN NUEVO CÓDIGO

Para eso querían el nuevo código.
Todo lo demás, los cambios, son fruslerías che.
...
 ...
No sé cómo se le ocurre a esta diKtadura modificar cosas en la justicia. Si todos sabemos que es recontraindependiente y proba. Ejemplos sobran ¿no?
...
Nota: algunos analfabestias políticos indican "esto es una cuestión política" y ponen cara de sabios mirando al vacío interestelar. Chocolate por la noticia bobalicón, por supuesto. Se modificá en función de una nueva forma de concebir a la justicia y de una mirada política distinta a la que estaba vigente hasta ahora. Asi que sí, la reforma es política.


jueves, 31 de octubre de 2013

OPOSICIÓN XXX Y REPÚBLICA CACEROLA

Que la Corte Suprema haya declarado que la Ley de Medios es constitucional ya ha dado sus primeros frutos.
¿Cuáles?, me dirá el descuidado ciudadano que anda preocupado por la tormenta perfecta esa que prometen desde hace unos días.
Respondo:
El fallo de la corte ha terminado por derrumbar los últimos vestigios del simulacro republicano que guardaron hasta ahora la oposición y la república cacerola. Hasta justo antes que la Ley de Medios fuera declarada completamente constitucional, amparados en la esperanza de un fallo en contra de la normativa, mantenían con dificultad cierto pudor. Fingían, haciendo un esfuerzo tremendo, que todo lo que hacían era para defender las instituciones, la república, las leyes y cuanta excusa solemne anduviera por ahí.
Perdieron todo recato y pudor.
Ahora son decididamente pornográficos.
Golpeándose el pecho en actitud heroica se postulaban como los defensores de la patria, los que elevaban su voz para proteger y protegernos de las acechanzas comunistas, troscovitas, montoneras, zurdas, etc. Proclamaban (aún proclaman) su cerrada confianza en instituciones estáticas, de las que guardan una foto que no se condice con la dinámica de la sociedad. Confundidos en un nacionalismo católico que tiende a lo medieval, un liberalismo económico que apunta hacia los noventa y un conservadurismo político que pretende refundar nuestras insignes décadas infames, salieron a la calle, más o menos conservando los buenos modales (aunque más de una vez se les corrió la máscara civilizada y vimos el monstruo que guardan entre pecho y espalda).
Todo ese simulacro se derrumbó estrepitosamente, dejando al descubierto el odio visceral del que nunca abjuraron y, dicho sea de paso, las verdaderas intenciones que ocultaban enarbolando la Constitución como un crucifijo para exorcizar herejes.
Detrás de las palabrejas sin sustancia (diálogo, consenso, no confrontación, acuerdo, institucionalidad, previsibilidad, etc.) estaba -y ahora lo hemos visto a la luz del día- el anhelo profundo de tirar abajo un gobierno, a como de lugar.
Si, lo que ya habíamos señalado una y otra vez, confirmado por sus propios dueños: buscan destituir al gobierno porque no les gusta, promoviendo un golpe de estado por cualquier medio.
¿Evidencias?
Basta recorrer un rato el contenido de los “medios serios e independientes” (diarios, canales, radios) para encontrarlas sin demasiado trabajo. Políticos adictos que piden desde juicio político hasta resistencia civil activa, que guiñan el ojo a la cámara cómplice cuando desean de la boca para afuera la recuperación de la presidente, que tratan de corruptos a los jueces de la Corte Suprema (olvidando que los habían aplaudido cuando fallaron en contra del gobierno), que plantean escenarios destituyentes, que aguardan una sola oportunidad para retrotraer el mapa de los derechos sociales a los noventa, que defienden programas económicos similares a los que nos mandaron al tacho una y otra vez, que lanzan anatemas y amenazas sin control, prometiendo caos y destrucción. Los periodistas de esos mismos medios replican y aumentan las invectivas, amplificando y magnificando en cuanta ocasión tienen disponible el clima de intolerancia y, una palabra que les gusta mucho, crispación.
Denunciando la supuesta confrontación (que no es nada más que la política moviéndose y transformando la realidad) apuestan a convertirla en una lucha abierta, con muertos y heridos, preocupaciòn que comparte con Los Cacerolos. Cosa que también uno puede comprobar recorriendo algunas muestras en donde los exaltados piden rebelión armada, entre otras cosas.
De esa forma pretenden defender la institucionalidad, destruyéndola a balazos porque no les gusta ceder ni un tranco de pollo. Y con ellos, a su lado, al costado, atrás y adelante, los grupos de poder que tampoco quieren perder ni un ápice de sus privilegios y amparados y legitimados por la República Cacerola buscan destruir lo que no pueden conquistar mediante herramientas democráticas y, es importante decirlo, institucionales.
Y aquí llega la advertencia (porque, ya lo he dicho, estamos con los tapones de punta): quienes aspiramos a un país distinto (al menos eso, no discutiremos las condiciones que son motivo de otro texto) hemos recurrido a los caminos estrictamente legales e institucionales como corresponde. Lo que se ha obtenido se logró mediante los mecanismos previstos por la constitución y las leyes. Ni más ni menos. Claro que hubo presión en la calle, eso también es parte del juego. La respuesta a los excesos y, a esta altura, apología del delito que pone en acción la Oposición XXX y la República Cacerola fue respondida legalmente. Cuando se perdió una votación, se perdió y la solución fue y es profundizar la propuesta, seguir peleando por ella dentro de los cánones que proponen las leyes.
No hubo respuesta física a las agresiones que en las marchas cacerolescas se multiplicaron por miles, traspasando cualquier límite institucional. Ni siquiera una contramanifestación para poner las cosas en su lugar. Hemos salido a la calle a pedir y festejar, haciendo lo que dicen que no hacemos, no confrontar.
Las cacerolas han salido al asfalto, y con todo derecho, se han hecho escuchar. No hubo ninguna reacción más allá de las críticas, a esas protestas. Como corresponde, por otra parte.
Pero la legalidad tiene un límite. Justamente, la legalidad. La Oposición XXX y la República Cacerola no tienen que confundir (sería un grave error) la apuesta potente que hemos hecho canalizando los conflictos a través de los medios institucionales previstos con pasividad.
Le pifiarían fiero fiero.
Porque hay una muy buena porción de la sociedad que no está dispuesta a rifar lo que consiguió y muchos menos, perderlo a manos de una oposición irresponsable que está dispuesta a quebrar el orden institucional para lograr sus fines.
No se confundan.
Porque estamos dispuestos a resistir, si las circunstancias así lo requieren.
PD: Off topic. Hoy vi y escuché a muchos protestando por Jalogüen. Les recuerdo, parafraseando un twitt que leí ayer, que celebramos navidad morfando mantecol y con el viejito pascuero vestido en riguroso traje de invierno, frente a un pino nevado y chupando sidra y engullendo panes dulces plagados de frutas abrillantadas, almendras, avellanas, nueces y otras delicias para disfrutarse en climas bajo cero. Me dirán que esa tradición es más añeja y nos pertenece. Responderé que no, que no nos pertenece y que su vejetud no le otorga ningún privilegio.
Hay cosas más importantes para rasgarse las vestiduras.