jueves, 15 de septiembre de 2016

LAS MALVINAS ERAN ARGENTINAS

Las Islas Malvinas eran argentinas hasta el día de ayer. Porque ayer la canciller itinerante del gobierno de Mauricio Macri firmó un "acuerdo" con el Reino Unido en torno a Malvinas con el viceministro británico de Asuntos Exteriores, Alan Duncan,
Lo que ponen por delante para que el mal trago pase sin que uno se de cuenta es "el establecimiento de dos escalas adicionales mensuales en territorio continental argentino, una en cada dirección" hacia las Islas Malvinas" y el pleno apoyo (del Reino Unido) al proceso de identificación de ADN" de los soldados argentinos que murieron en la guerra de 1982, sepultados en el cementerio de Darwin, y que aún no fueron identificados."
Dos causas muy loables sin duda, pero que funcionan como tapadera de lo que verdaderamente quería el Reino Unido.
En primer lugar: "adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas, incluyendo comercio, pesca, navegación e hidrocarburos". En criollo, otorgarle al Reino Unido patente de corso para que deprede sin problemas los recursos naturales del suelo argentino. ¿A cambio de qué? Supongo que Malcorra habrá conseguido algún voto para su peregrina nominación a Secretaria de la ONU o alguna otra cosa que quién sabe, pero que seguramente no tiene mucho que ver con los intereses argentinos en las islas.
Y en segundo lugar, y más importante aún: "ampliar la relación bilateral en torno a una agenda positiva que aborde los desafíos globales en el mediano y largo plazo, en áreas como democracia, derechos humanos, cooperación en paz y seguridad internacionales, no-proliferación, medio ambiente y cambio climático".
Lindo el lenguaje diplomático no. Mesurado, educadito, inextricable. Pero en criollo lo que hizo la canciller Malcorra (suponemos que con el aval del señor que ocupa la Casa Rosada) es reconocer la presencia del Reino Unido en el Atlántico Sur. Digamos, le otorgó, mediante toda esta parrafada y la anterior, legimitidad al despojo perpretrado por el Reino Unido que de a poco comienza a perder el status que con tanto trabajo diplomático Argentina había logrado imponer: el papel de potencia colonial, un papel que atrasaba varios siglos por el que el Reino Unido pasaba malos momentos en cada votación sobre la soberanía de Malvinas que tenía lugar y que luego repercutía en cualquier negociación que entablara con otros países, por ejemplo, España (recordemos el Peñón de Gibraltar).
Alegremente, sin tener en cuenta la historia diplomática del país, Malcorra reconoce de hecho la ocupación británica y eleva su condición, aproximándose a las tesis de Londres acerca de la "autodeterminación" de los isleños. 
Por otro lado, veamos el negoción que hizo Malcorra. A cambio de escalas de vuelos (porque vuelos ya había) y "conversaciones" acerca de la posibilidad de reconocimiento de ADN de los soldados argentinos sepultados en el cementerio de Darwin (o sea, una promesa) le entregó al Reino Unido la llave para la explotación de los recursos del Atlántico Sur. Tremendo negocio Susanita.
Claro, el temita de la soberanía tenía que ser nombrado en alguna parte, asi que "La soberanía es "una cuestión pendiente", o sea, ni siquiera una promesa.
El mejor equipo de los últimos 50 años.
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Si esto no es "traición a la patria"...

miércoles, 14 de septiembre de 2016

NI "GENTE", NI "VECINO", MUCHO MENOS "RECURSO HUMANO"

La sociopatía reinante nos brinda una enorme variedad de motivos para comenzar el día enojados y enojarnos más a medida que vamos conociendo las hazañas que llevan adelante, todas destinadas a romperle el tujes a los orejones del tarro.
Por ejemplo, la venganza de Bonadío que manda a quemar cunas de bebés porque dice que son "inseguras". Yo digo que es pura revancha.
O las negociaciones de Malcorra con el Reino Unido para que nos afanen el petróleo (ella dice "para que el país comience a participar en la exploración de hidrocarburos, pesca y comercio en las Islas Malvinas. el detalle es que es territorio argentino y en todo caso deberíamos ser nosotros como país soberano los que habilitáramos al Reino Unido para que participara en todos esos rubros. Pero es el mundo del revés, o sea el mundo de Malcorra en donde Argentina ya va perdiendo antes de comenzar cualquier diálogo).
O la visita sorpresa que la genuflexión militante de Mauricio Macri (el presidente que no me representa) realizó a la embajada de su patroncito Noah Mamet, para dar fe que es capaz de lamer botas con una constancia que asombraría a una monja de clausura. 
O que "Los cancilleres de los Estados Partes signatarios del Tratado de Asunción –Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- decidieron apartar a Venezuela de la presidencia pro témpore del Mercosur. Al mismo tiempo fijaron un nuevo plazo, hasta el 1° de diciembre, a Venezuela para que de cumplimiento a las obligaciones asumidas en su Protocolo de Adhesión al Mercosur" con lo que demostraron en bloque que están inclinados ante el león moribundo y han entregado no solo sus banderas, sino también las de la integración latinoamericana como buenos mercenarios que son.
O la evidencia palmaria que el Mini Davos muestra con obscenidad: un país de remate, esperando que alguien lo compre con los indios adentro mientras deja a los cipayos provincianos a cargo como capataces de estancia. 
Como verán hay mucho para elegir, pero me voy a detener en un tuit de ese tipo que la mala leche de una porción considerable de los argentinos puso en la presidencia (y lo que es peor, mala leche que lo mantiene allí).
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Mirá vos. Un maravilloso país "lleno de recursos humanos". Resulta querido bodoque que no son recursos humanos. Son habitantes de la República Argentina. Pueblo en el mejor de los casos. Pero recursos humanos no. Recursos humanos es la definición usada en el lenguaje vomitivo de los tecnócratas en las empresas para cosificar al laburante y tratarlo como tal, como un objeto que pueden poner aquí o allá sin preocuparse por su condición humana, una cosa parlante con un juego de extremidades superiores e inferiores que el "empresario" utiliza como "recurso" para hacer esta o aquella tarea, a veces con un cerebro que el empresario puede aprovechar para que ejecute una serie de instrucciones más complejas, e incluso para que controle las acciones de otros "recursos" en nombre del señor dueño, patrón o junta directiva. Pero un "recurso" nunca es una persona, nunca es un sujeto, mucho menos un sujeto de derechos con una vida distinta a la de su empleo, y como tal, el tiempo del "recurso" no es su tiempo, es el tiempo del empresario (de eso hablan cuando dicen "proactividad", de la autoexplotación del tiempo de vida al que estamos dispuestos). Y el "recurso" es además, propiedad del empresario, en tanto éste alquila su existencia para que produzca riqueza. No hace falta extenderme mucho más, porque todos los que son laburantes con un jefe, y un jefe de un jefe, y un jefe de un jefe de un jefe saben de lo que hablo.
Bien, un país no es una empresa, mucho menos la empresa del presidente, ni de sus ministros, ni de sus amigos y favorecedores. Un país tiene, como ya lo he dicho, habitantes, ciudadanos. Que son ante todo personas, sujetos de derechos. No somos propiedad del presidente, no somos los "recursos" con los que cuenta. Muy por el contrario, el presidente es nuestro empleado. Está ahí para gobernar, pero los dueños del país somos los ciudadanos. Por definición, dado que el depositario de la soberanía es el pueblo, que delega el gobierno en sus representantes. O sea, Mauricio Macri nos representa. Debería representar entonces nuestros intereses, defender nuestros derechos, procurar nuestro bienestar dado que somos nosotros, ciudadanos, pueblo, los dueños del país. 
Macri cree que la cosa es al revés, que ser presidente es igual que ser dueño de una empresa y que como dueño de la empresa tiene "recursos", entre ellos "recursos humanos" que puede ofrecer como en los viejos remates de campos en donde vendían la tierra con los "indios" incluídos.
Y no. Así como no soy "gente" ni "vecino", tampoco soy "recurso humano".
Tampoco somos "recursos humanos".
Espero que lo comprenda, asimile y actúe en consecuencia, porque de lo contrario la factura que le vamos a pasar será tan grande que a su lado, la cuenta del gas, el agua y la electricidad van a parecer monedas de 10 centavos.

martes, 13 de septiembre de 2016

ENTRE FUGADORES NO HAY CORNADAS

Pero no le encuentro la gracia.
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LOS MITOS DE LA TEOLOGÍA ECONÓMICA: EL TAMAÑO DEL ESTADO

Los tipos que hablan de economía en los diarios ortodoxos ahuecan la voz, te miran por encima del hombro y luego expelen frases que no tienen sustento teórico ni empírico. Apenas las rascás un cachito lo que aparece son las famosas peticiones de principio. ¿Qué es una petición de principio? Es una falacia lógica que se produce cuando la proposición por ser probada se incluye implícita o explícitamente entre las premisas.
Veamos un ejemplo:
1.-Milton Friedman no miente 
2.-Milton Friedman escribió este libro
3.-Este libro dice la verdad
Una cosa no se prueba por virtud de ella misma.  No existe la posibilidad de que de cuenta de sí misma sin tener que acudir a otras formas de comprobación. La petición de principio argumenta de forma circular, probando algo con la cosa misma que quiere probarse.
Esto es lo que hace el pensamiento económico ortodoxo, liberal, neoliberal, neoconservador, etc. Formula peticiones de principio. Por ejemplo en esta nota de El Cronista Comercial:
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"Este dato se complementa con otro factor: en la mayoría de las provincias hay más empleados públicos que privados (con las excepciones de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe), lo que marca cuál es el desafío más grande a resolver para alcanzar ese objetivo: quebrar la enorme dependencia que la economía tiene hoy del sector público."
Puede parecer que Hernán de Goñi, editorialista de El Cronista y autor de la nota de opinión, está diciendo algo muy serio y razonado. Bueno, no es así. Es una petición de principio. Goñi establece como cierta la conclusión de que el problema central de la economía es "la enorme dependencia que la economía tiene hoy del sector público". ¿De donde deriva esta conclusión? De premisas que, según él, dicen la verdad (Milton Friedman no miente y Milton Friedman escribió este libro), por tanto, la dependencia de la economía del sector público es el problema central (este libro dice la verdad). No ve la necesidad de demostrar nada. Simplemente apela a frases remanidas sin establecer relaciones causales fuertes sino apenas un correlato sin verificar entre las premisas y su conclusión.
Pero el asunto se agrava un poco más. Dice Goñi:
"El Estado ahoga a la actividad privada con su necesidad de cobrar gravámenes excesivos, que destina para subsidiar a las personas que no consiguen trabajo porque las empresas que deberían contratarlas están ahogadas por los impuestos."
La conclusión de esta petición de principio es que las personas no consiguen trabajo porque el Estado ahoga a las empresas con impuestos excesivos que destina a emplear a las personas que las empresas no pueden contratar por "la presión impositiva". Como verán, el argumento circular es evidente. Más allá de la discusión acerca de la génesis del desempleo, el supuesto razonamiento es engañoso. De la premisa "nos cobran gravámenes excesivos" no se sigue que las personas no consiguen trabajo porque las empresas están "ahogadas por los impuestos". Más que nada porque una cosa no es prueba de sí misma.
O sea, estamos frente a una petición de principio que además recurrea a un prejuicio pseudo-económico para fundar su veracidad.
Ahora ¿a dónde va Goñi con estas falacias? 
"Una propuesta para empezar a abordar esta problemática presentada en el ámbito antes mencionado apuntaba a reducir el peso de los aportes y contribuciones patronales, creando el concepto de mínimo no imponible a las cargas sociales."
Toda la parrafada anterior tiene como único objetivo proponer una disminución de los aportes y contribuciones patronales. Esta es la conclusión final de la nota editorial. ¿Qué elementos esgrime Goñi para dar por cierta la argumentación? Los argumentos contenidos en las premisas sin verificación alguna. De nuevo, razonamiento circular. En general, la petición de principio de Goñi indica: "esto es así porque yo lo digo". Siendo el "yo lo digo" una mezcla de mitos económicos, intereses de la Fundación Mediterránea y prejuicios contra el Estado.
Insisto: más allá del debate acerca del rol del Estado en la economía y de las causas del desempleo y el empleo en negro, lo que acá estamos señalando es la debilidad del pensamiento económico ortodoxo que, en general, no puede dar cuenta de sus principios. 
O sea, estaríamos ante ideas pre-científicas, en el mejor de los casos. Incluso pseudo-científicas, si me levanto con el naranjo torcido.
En cualquiera de los dos casos, lo que no hacen Goñi, ni Friedman, ni sus acólitos, es dar cuenta de sus hipótesis sometiéndolas a cualquiera de las formas de evaluación del conocimiento científico que circulan. Incluso las de su propio paradigma epistemológico.
Así estamos país, y se lo hemos contado.    

lunes, 12 de septiembre de 2016

¡COMPORTATE MIERDA!

El instructivo para periodistas que cubran el "Mini Davos" (el lugar en donde Macri quiere vender el tujes de todos nosotros al mejor postor) es una delicia. Lo dicho, ya hemos enterrado la palabra "dignidad" a una profundidad que no los habitantes de Los Tayos podrán encontrarla.
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Voy a vomitar
Permiso

MIENTRAS TANTO EN CIUDAD GÓTICA SIGUE LA ROSCA

Leamos: "Esos términos quedaron acordados el jueves pasado en el despacho de Miguel Pichetto en el Senado. En ese centro de la gobernabilidad que el peronismo le garantiza a Macri desde que llegó al mando"
Leamos: "Massa, que en público apareció en el último mes alejándose de acuerdos con el macrismo, tampoco está dispuesto a complicarle la vida al Gobierno con el Presupuesto 2017"
Leídas ambas frases, me abstendré de otros comentarios, porque todo lo que yo dije queda corroborado in limine.
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Ahora, mis conclusiones (gracias Grondona, Mariano).
Primero: mis consideraciones acerca de Pichetto se confirman: traidor. Insisto con el punto, fueron votados para representarnos y lo único que hacen es sustituirnos. ¿Hasta cuándo el versito de la "gobernabilidad" para encubrir la búsqueda de un lugar de poder al sol en donde poner el culo? Pichetto (que personalmente no junta dos votos, ya que les encanta la chicana electoral) llegó al senado de la mano de los votos del FPV. Y los que votaron al FPV (la mayoría de ellos) no quiere que Pichetto le sirva de garante a Macri sino que le ponga palos en la rueda que avanza y aplasta orejones del tarro. El "peronismo" (que es pejotismo, no peronismo) que tampoco hubiera juntado un voto por sus propias hazañas debería hacer lo mismo, pero no, también buscan con desesperación el lugarcito para poner las nalgas. Los "gobernadores" que tienen que negociar, no rosquear, Son dos cosas distitntas. 
Segundo: Massa es la continuidad del proyecto de Cambiemos. Por más cadena nacional que tenga en estos días, por más que el pejotismo intente convercernos de las virtudes opositoras de Massa, de sus "proyectos" para defender a la industria y al laburante (que son chicanas para que la gilada) Massa es también un candidato del establishment, de la embajada, de los grupos económicos concentrados que quieren fabricar un Caballo de Troya con una apariencia un poco menos ríspida, que es como ponerle vaselina al dedo del proctólogo.
Calculo que se entendió.

domingo, 11 de septiembre de 2016

NO ME CREAS A MI, CREELE A JORGE ALEMAN

¿Viste que acá jodemos con ésto? Bueno, acá Jorge Alemán no me va a dejar mentir. Ponele que yo sea un Juan de los Palotes. Pero Jorge Alemán justamente no lo es. Hacele caso chichipío.
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No digas que no te avisamos
Como el año pasado