Estas han sido semanas exitosas para el jefe de la administración Cambiemos.
En la cumbre del G20 Mau estuvo a punto de conseguirnos una guerra nuclear con Rusia por hacerle un chiste pelotudo a Vladimir Putin (los amigos de Infobardo la venden cambiada diciéndonos que Putin malinterpretó el chiste de Macri).
Unos días después su canciller en busca de la silla papal en la ONU, Hola Susana Malcorra, le propuso al Reino Unido cambiar votos por islitas, entregando de hecho las Islas Malvinas a cambio de un gesto de buena voluntad para con ella.
Luego, munido de un humor desopilante, Mau se mandó otro de sus chascarrillos frente a Clinton, con un éxito arrollador: nadie entendió su fino sentido de la ironía.
Y como no estaba conforme con la perfomance obtenida, se mandó otra jodita con el alcalde de Londres Sadiq Khan repitiendo el coro de carcajadas ausentes que había logrado en ocasiones anteriores.
Pero le pareció poco todo ésto, entonces casi nos consiguió una nuevas invasiones inglesas inventando una charla con la primer ministra británica Theresa May, informándonos con la bocota que lo caracteriza que el Reino Unido estaba dispuesto a sentarse a discutir acerca de la soberanía de las Islas Malvinas. La desmentida de su propia canciller y la del Reino Unido lo despertaron de su frívolo sueño de Isidoro Cañones (y nos ahorraron el uso de aceite hirviendo, ahora que está tan caro).
Para la prensa amiga, lo de Macri fue "un traspié semántico" que no opacó el éxito de la gira. Y sí, es complicado superar el show del chiste descripto anteriormente.
También como parte de su agenda internacional, se sacó una foto besando a su esposa en el recinto de sesiones de la ONU, actividad cuyos alcances diplomáticos no pudieron ser establecidos por este humilde blog y paseó con la susodicha en bicicleta por el Central Park de Nueva York, suponemos que con fines recreativos. Tampoco este insignificante blog logró deducir porqué estos dos hechos centrales de la gira presidencial fueron difundidos por Presidencia, como si fueran tratados bilaterales de comercio y cooperación, quizás es este blog más bien deplorable el que no puede entender la sagacidad presidencial.
También como parte de su agenda internacional, se sacó una foto besando a su esposa en el recinto de sesiones de la ONU, actividad cuyos alcances diplomáticos no pudieron ser establecidos por este humilde blog y paseó con la susodicha en bicicleta por el Central Park de Nueva York, suponemos que con fines recreativos. Tampoco este insignificante blog logró deducir porqué estos dos hechos centrales de la gira presidencial fueron difundidos por Presidencia, como si fueran tratados bilaterales de comercio y cooperación, quizás es este blog más bien deplorable el que no puede entender la sagacidad presidencial.
A esta loable gesta internacional les faltaban los aciertos de cabotaje: asi que, ni bien bajado del avión que lo había llevado a la ONU, se subió a un colectivo inmóvil de la línea 520, relleno de extras y simuló un viaje en bondi que nunca existió.
Uno pensaría que con tanta actividad, el día viernes tenía que descansar. Nada más lejos de la realidad. Ese día Mauricio se subió al helicóptero que lo tenía que llevar a la quinta de Olivos, supuestamente tocó una palanca con la rodilla y casi estrelló el aparato (el helicóptero digo). Dicen las malas lenguas que nunca faltan que en realidad Macri quiso manejar el vehículo y la cagó, como es su costumbre.
Pero a la saga le quedaba el sábado. Ayer salió de gira con sus consortes y para que no le reventaran la cabeza a ladrillazos, llevó al timbreo a su hija Antonia (como escudo humano, claramente). Las fotos de la actividad son tan espontáneas como una foto de la revista Caras.
Así no se puede che. No hay forma de escribir una crónica decente con tantos hechos para enumerar. ¿Viste? Ahora podés ver la novela, la de Mau digo.