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En todos los canales que quisieran escucharla, Silvia Suller desgranó la verborragia habitual en estos casos: hay que matarlos a todos, cortarlos de a pedazos en la Plaza de Mayo, ya no se puede vivir, la gente decente, etc.
Pero resulta ser que ni ella ni su hermanito tenían una caja de seguridad en el banco afanado. Mirá vos. ¿Andaban buscando una indemnización o un poco de publicidad? Vaya uno a saber. Por lo pronto, es un lástima que no cumpla con su amenaza.
3 comentarios:
Esta cuando ve una cámara, con tal de hablar de Soldan es capaz de salir haciendo declaraciones hasta en la misa de los domingos que pasan por el siete.
cuando lei el titulo, crei que se trataba de las cajas de la policia (prostitucion, juego, trata). Al lado de eso, suller es hijitus.
Y pensar que llegamos a dudar de la honestidad de sus ingresos. Qué mal pensados que somos, Dormi, podremos curarnos alguna vez?
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