"A pesar de los filtros y los muros informáticos que desde el gobierno se impusieron para cercarla, su blog está traducido a 15 idiomas y recibe 14 millones de visitas al mes. Fue elegido en 2009 como uno de los 25 mejores blogs del mundo y Yoani fue seleccionada por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo.
Yoani Sánchez escribe desde La Habana, en un país en el que Internet está interferido por el Estado. Escribe perforando el poderoso aparato de la censura del régimen de los Castro, apelando como puede a las nuevas tecnologías y superando todas las limitaciones legales y económicas. Escribe corriendo peligro cada vez que lo hace.
Por todo eso, Yoani Sánchez fue elegida Premio Perfil Internacional a la libertad de Expresión."
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Cualquiera que no esté al tanto de este asuntito de Yoani Sánchez puede comerse el pescado podrido que se oculta con mucho cuidado detrás de esas palabras.
Pero nosotros, con este gusto que tenemos de escupirle el asado al patrón prepotente, no compramos cetáceos descompuestos.
Por eso si se dan una vueltita por
acá, por
acá, por
acá, por
acá y por
acá, leerán las razones por las cuáles Yoani no nos puede convencer de cruzar el Pacífico en una cáscara de coco, ni de tantas otras cosas. Sobre todo recomiendo las dos primeras notas en donde Sarim Lamrani la entrevista y hace lo peor que le pueden hacer: repreguntarle. Imperdible.
Me extraña que la gente de Perfil no sepa de estos artículos. O por ahí saben, que se yo.