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¿Observaron que los muchachos funcionarios del PRO dicen las mayores barbaridades y ninguno de los agredidos sale a cortarles el cogote así sin anestesia y con un tramontina oxidado? ¿Vieron cómo son capaces de manifestar las peores crueldades y sus votantes no los persiguen por la calle para extraerles el corazón con un abrelatas? ¿Se dieron cuenta que digan lo que digan, sea cual fuere el grado de sufrimiento que produzcan las decisiones políticas que toman no son cazados como conejos con un rifle de aire comprimido?
¿A qué se debe semejante magia? ¿Por qué el milagro de que permanezan indemnes luego de auspiciar y propiciar el exterminio económico que se traen entre manos?
Yo tengo la casi certeza ("casi certeza", perdón Bourdieu) de que la clave está en la forma.
¿Cómo vendría siendo ésto?
Los tipos dicen que te van a matar de hambre aumentando todo hasta que revientes como un chancho pero lo dicen con un tonito cuidado, monótono, cansino, sin elevar la voz, sin gesticular demasiado, sin "confrontar", como si fueran monaguillos leyendo el evangelio del día,, sin inflexiones, sin mirarte a los ojos, sin mover las manos del atril, unas suaves estatuas parlantes. Y eso a la "gente" le fascina. Porque no le levantan la voz. Porque no los apuntan con el dedo. Porque un espíritu pauperizado considera que si te lo dicen "bien" las cosas son menos crueles, son menos duras, son menos reales.
Ergo: no importa lo que dicen, por espantoso que sea, interesan los "moditos", esa suave seducción que emana del sociópata profesional que te va a achurar sin miramientos pero finge una sensibilidad que no tiene.
Forma es contenido dice alguna teoría pedagógica. Y sospecho que tiene razón.
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7 comentarios:
Siempre desconfie de los tipos así, educaditos, que no levantan la vos. Siempre que me encuentro con uno de estos cosos prolijitos sé que no es de fiar.
A mi me parece que hay una ensalada de cinismo y vergüenza que le ha quitado el ímpetu a los cacerolos que ahora parecen devotos de la Madre Teresa. Lo cual no quita que el mix de Gerardo Romano sobre que la mitad eran pelotudos y la otra mitad, hijos de puta ha quedado en manos de estos últimos.
No, es simplemente una expresión más de la inmundicia que es la clase media. Les duelen los aumentos (los fumadores están que trinan), pero saben que el de abajo la va a pasar peor. Y eso les permite digerir la cosa, junto con las notas interesadas que ahora ponen a los oportunistas que quieren hacer rendir el mango para no bajar copete como "caza-precios que van a comprar a las villas" (como titulaba hoy Telefe). Eso, y que gente que gana arriba de 30 lucas por mes te diga que ve bien "empezar a reemplazar carne de vaca con cerdo o pollo" o que te pasen un flyer de un taller de construcción de cocinas a leña, marca que en realidad son pusilánimes que son capaces de alegrarse de la desgracia ajena antes que de admitir sus propios errores.
Y además, demuestra que por más que esta manga de pelotudos crea que tiene pensamiento independiente, sin esos sátrapas fogonéandolos desde los diarios y la tele para que pidan la cabeza de alguien, no hacen más que lamentarse para sus adentros.
Dormidano:
a) no hacen cadena nacional, (ya denostada por los medios) dan conferencias, y
b) se hacen “cargo”:el primer semestre es el de un -mal gobierno-, y
c) en el segundo semestre llega el -buen gobierno-, y
d) de parte de los medios hegemónicos no hay nadie machacando sobre el sentido común para hacer notar las contradicciones entre lo dicho y lo hecho. Y en esto está el eje en donde los alienados (los que son pensados por otro) resuelven su disonancia, (es resuelta por otro).
En cuanto a el individuo responsable de cometer un acto inmoral, cuando es parte de un grupo, se percibe a sí mismo como una parte poco importante del grupo. Por ello, percibe que sus actos no tienen mayores consecuencias y que, al final, no está lastimando a nadie.
Hablando de los que más han comunicado (Macri, Peña, Prat Gay) es necesario que perciban que han actuado libremente y que no hay un factor externo que fuerza las decisiones que han tomado. Es decir que si se pueden visualizar como individuos libres de presión exterior se sentirán responsables de su comportamiento.
Las personas tienden a mantener coherencia entre las acciones y los pensamientos. Cuando no es el caso, las personas experimentan un estado de disonancia cognitiva. Dice Macri:
"la inflación es responsabilidad del gobierno. La inflación es un impuesto perverso que le cobra un mal gobierno a su gente y que siempre lo paga primero el que menos tiene y se debe a que el gobierno no sabe administrar". Luego sigue el planteo del segundo semestre y la culpa puesta en la "herencia recibida".
O sea, Macri está describiendo un acto inmoral que reduce la calidad de vida de las personas (las víctimas),
aceptado en el contexto sociocultural en el que se desarrollan y sin sentimientos de empatía con la víctimas, no al menos de manera masiva.
Tendemos a pensar que los perpetradores son personas con rasgos de personalidad especiales (psicópata). Sin embargo, estas acciones dadas en un contexto legal (democracia, república) no son percibidas como los actos de personas alteradas, es más estos hechos son cometidos por gente normal que vistos en circunstancias de su vida en el hogar o en círculos académicos son bien considerados.
¿Cómo es posible que personas alcancen esos niveles de poder, tengan conductas inmorales y sigan ahí concretando sus proyectos sin verse afectados?
Veamos, y aceptemos que para que eso suceda hace falta una mayoría de voluntades:
1) Justificación del acto inmoral: consiste en una reconstrucción cognitiva del acto inmoral, que es interpretado como una acción que será beneficiosa para alcanzar objetivos aceptables según las normas morales y sociales. Esta reinterpretación se sostiene en un pensamiento utilitario que legitima la acción, ya que el logro de un objetivo mayor justifica el acto inmoral y/o justificación que reside en resaltar las ventajas comparativas del acto inmoral en relación a acciones cometidas por otros que serían peores.
2) Negación y rechazo de la responsabilidad individual: se basa en que el individuo responsable de cometer un acto inmoral sostiene que con su comportamiento no tuvo intención de lastimar a la(s) víctima(s). El individuo dice que las circunstancias lo llevaron a cometer el acto inmoral. El responsable se percibe a sí mismo como si estuviera controlado desde el exterior y, por consiguiente, sin ningún tipo de responsabilidad sobre sus actos inmorales.
3) Negación y rechazo de las consecuencias negativas: en este mecanismo de legitimación el foco está puesto en que, al final, las consecuencias de un acto inmoral no perjudicaron directamente a nadie.
4) Negación y rechazo de la víctima: el responsable de cometer un acto inmoral responsabiliza a la víctima, atribuyéndole culpabilidad por la situación. Esto hace que el responsable de las acciones inmorales no sienta culpa, sino un sentimiento de que se encuentra realizando acciones justas y necesarias.
El pusilánime se mueve en la laguna del sentido común. Ahí se siente cómodo. Es tan cagón, tan cobarde, que se ampara en lo que dicen los grandes medios y les sigue la corriente no porque crea en lo que ellos dicen sino porque sabe que es un lugar seguro. Sabe que reproduciendo el mensaje dominante, nadie lo mirará mal, nadie lo agredirá, nadie lo criticará. Es un individuo que se siente cómodo siendo un esclavo porque no tiene el coraje de tomar la situación en sus propias manos, no tiene la espalda necesaria para asumir su RESPONSABILIDAD social, política y, al menos, levantar la voz y decir "muchachos, yo no estoy de acuerdo con esta mierda que me quieren dar de comer y me importa un carajo lo que piensen de mí". No; el cobarde está tan peleado con la vida, tan negado, que aborrece toda manifestación vital, genuina, espontánea, diferente. Es así como termina odiando a su salvador y abrazando a su carcelero.
Cuendo uno tiene la escasa fortuna de haber caìdo a colegio de curas, aprende algunas cosas, ortografìa la màs rescatable y tambièn algunos instintos y sospechas se confirman, tus amigos SON (y tienen que ser) los atorrantes y los modositos, bien portaditos, el enemigo directamente y aunque pretendan no tener cara de enemigo, pero como reportan a gusto de los sotanudos, chau, condena eterna. Verdad revelada, final, final...
Y sì, el look pro es de monaguillos, los cosos se ven como un verdadero encanto para las peores suegras, prolijitos, bien vestiditos, serios, hablar pausado y, por lo general, hasta se los ve màs blanquitos que de contumbre, si putean es en finoli... en fin, el asco con patas que los seres humanos normales detestamos (porque convenzàmonos, los normales, los muchos y despelotados somos nosotros, no ellos, que siempre pero siempre, seràn una minorìa infecta). Y claro, el look es el reino de la hipocresìa, detràs de la fachita inofensiva de dorian grey prat grasa, se tapa el monstruo que se come el futuro de los pendejos crudos y deja sin presente ni futuro al resto (incluidas las suegras pero como son tan malas bichas, ni se enteran - bueno, ahì hay algo de justicia, en el pecado la penitencia, dicen).
Pero no hay que perder ni la indignaciòn ni las esperanzas, el actual descalabro, en lìnea directa con el apuro de estos alegres modositos, nos trae algunas lecciones, allà lejos en el 2001, te acorralaban la guita, ahora te acorralan el sueldo, el auto, la luz, el gas, el changüì del crèdito pa`l bulìn, la universidad pa`l nene y tanto derecho que creìas "intocable".... y ahora son tocables y a punto caramelo para hacerlos mierda. Divino, divino y si encima fumàs..... fuiste, y si te gusta el asado, te vuelven gourmet de matungos (digan la verdad, ¿no es el mejor castigo para las ìnfulas argies el vacìo de alazàn o de mula, a la parrilla?).
Hasta acá los cosos vienen zafando impunes, a lo mejor, en una de èsas quieran hacer "mèritos" para tener un chevrolet o para que, esta vez sì, cuando terminen de pudrir el paisaje, los linchen como bien se merecen desde la noche de los tiempos o desde rivadavia, su mejor pròcer...
"como si fueran monaguillos leyendo el evangelio del día"....juaaaaaa
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