viernes, 12 de junio de 2015

ESA DEMOCRACIA DE MIERDA

Porque "las mayorías pueden equivocarse"
...
...
"Uno de los modelos" se llama "democracia"
Y en democracia deciden las mayorías.
Si no te gusta presentate a elecciones
Y cambialo
Mientras tanto.
No juegues a los "límites"
Porque vos no gobernás.
Gobiernan las mayorías
¿Capisce?

5 comentarios:

Diego dijo...

Las mayorías requieren límites... ¿y las minorías que boicotean a esas mayorías?

Moscón dijo...

Usté es un muchacho que piensa feo, reflesione, y no venga con esa idea a hacer pata ancha con la democracia y esos inventos de los negros judíos comunistas que le va a pesar. Porque ya está escrito: los que mandan y los que nacieron para ser mandao.¿Capicce?

GrouchoMarx dijo...

No voy a opinar de Lorenzoretti.

Por este blog me acabo de enterar que se fue el último sobreviviente del Ornette Coleman Quartet de ese glorioso 1959 que diera tantas joyas (Kind of Blue, Mingus Ah Um, Giant Steps, The Shape of Jazz to Come, Portrait in Jazz). ¡Que selección! Flor de cosecha, la del 59. Hasta el popularísimo Time Out de Brubeck es de ese año.

Nunca fui un big fan de Ornette, sino un moderado admirador. Me resultaba un poco frío dentro de la locura del free, representada al límite por Cecil Taylor, de jóvenes 86 pirulos. Coleman fue uno de los más conservadores miembros de ese movimiento y su cuarteto “sin piano” siguió el concepto de Mulligan/Baker o Mulligan/Brookmeyer de unos años antes.
El Coltrane del 65/67 llevó al límite la avant garde y Ascension, que es una especie de "Free Jazz" de Coleman (1960) revisionado tiene la energía de varias bombas nucleares que contrasta con el más académico disco del doble cuarteto de Coleman. Una curiosidad es que Freddie Hubbard toca en los dos y no es precisamente un exponente del Free.

Anónimo dijo...

Por supuesto que las mayorías se equivocan. Y las minorías también. ¿Quién se equivoca más y quién menos? No tiene la menor importancia. El asunto es quién le pone límites a las mayorías, quién tiene autoridad superior a las mayorías. ¿Un juez? ¿Por qué?

¿Quién invistió a Lorenzetti o a cualquier otro juez con la atribución de poner límites a las mayorías? El mismo que invistió a Videla: él mismo, sus aliados y sus armas; que en el caso de Lorenzetti no tienen pólvora, y posiblemente no maten a 30.000 personas... Armas legales, pero tan arbitrarias y tan unidireccionales como las de cualquier dictadura.

No apoyo la dictadura del proletariado, ni la dictadura de la "reserva moral de la Patria", ni la dictadura de los jueces. Nadie tiene la atribución de ponerle límites a la mayoría.

Los únicos dos límites que se les puede poner a las mayorías son el respeto de la vida ajena y la posibilidad de ser desplazadas en el futuro por una nueva mayoría de signo distinto. Lo único que tienen prohibido las mayorías es matar a sus opositores y trampear o suspender las elecciones.

Todo lo demás le está permitido: si una mayoría quiere establecer una república soviética, está en su derecho y debe poder hacerlo; si quiere ser colonia de los yanquis, lo mismo. Tanto si quieren cobrar un 99% o un 0% de impuestos; si quieren nacionalizar hasta mi casa, o privatizar hasta el ejército; si quieren romper relaciones con el resto del mundo o ser colonia del primero que quiera venir a mandar aquí, eso es atribución del pueblo. Hasta la peor de las inmoralidades está permitida si ese es el deseo de las mayorías.

Como el deseo del pueblo nunca es unánime, esa decisión es atribución de las mayorías y nadie -naide- tiene la atribución de ponerle límites.

En lo esencial, Lorenzetti tiene la misma idea que Videla: cree tener más derechos y atribuciones que los demás. Todo lo demás es accesorio, incluidas sus ideas sociales y económicas, o hasta dónde puede llegar. El hecho principal es que cree tener derechos que los demás no tienen; que VOS no tenés.

Las mayorías se pueden equivocar. Pero la obligación del gobierno y del estado -incluido Lorenzetti- es actuar siempre como si tuvieran razón.

Marcelo, el gaucho

Anónimo dijo...

Acá se ve clarito clarito que la inspiración del sistema judicial argentino fue el yanqui. En esencia, fueron creados para tener un reaseguro de que las mayorías proletarias nunca puedan llegar a imponer su razón. La extracción burguesa y reaccionaria de esta caterva de fachos se evidencia en que se consideren a si mismos la última reserva de moral y virtud del país. Lo irónico del caso es que son capaces de plantear sus más terribles equivocaciones como triunfos, como en el caso del pibe de 5 años y los sacrosantos jueces de cámara bonaerense, que se se dieron el lujo de decir que "su fallo se ajustó a derecho", olvidando que cuando la ley vulnera un derecho inalienable, deja de tener valor.

Pucha, no me puedo acordar de quien era el trabajo que explicaba en detalle los fundamentos del nacimiento del poder judicial en los albores de los Estados Unidos... Si algún memorioso se digna compartir esa información, me parece que puede ser de gran ayuda a la hora de situar a estos tránsfugas en una perspectiva histórica.

Un abrazo enorme, y nunca menos!

Luiggi