Leyendo estas declaraciones, fatuas por otra parte, de Carlos Fayt me acordé de una parte del Manifiesto Nadaista escrito, creo, por Gonzalo Arango: "No quedará una fe intacta ni un ídolo en su sitio, todo será minuciosamente revisado".
Fayt dijo que los hechos son sagrados. Para un investigador no hay nada más falso que esa afirmación: los hechos deben ser analizados, desmenuzados, sopesados, comparados, comprendidos, contextualizados, no adorados como figuras religiosas. Los hechos que ante todo son contingentes y relativos constituyen, vaya novedad, el objeto de estudio de las ciencias. Ciencias que no se conforman con la apariencia de los hechos ni creen por un segundo que sean sagrados, esto es, con sentido absoluto en referencia a un parámetro fijado desde siempre.
Como dije en el título, lo sagrado, para un investigador social, es una categoría material que debe ser analizada, que no es evidente por si misma, que aún es doxa en tanto no puede dar cuenta de sí misma.
Fayt lo sabe, pero juega la carta de un empirismo ramplón que conecta con el "sentido común" para el cual las cosas son lo que parecen (es buen momento para decir que el sentido común está sobrevalorado)
Nada más ni nada menos.
1 comentarios:
¡JA!Como la teoría del mas apto,es teoría pero se lo da por hecho.
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