jueves, 16 de mayo de 2013

POR SUPÓSITO

Claro, hay que ser Papa para poder razonar de esta forma:
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Pensamos en aquel momento de la Magdalena, que lava los pies de Jesús con el nardo, tan caro: es un momento religioso, un momento de gratitud, un momento de amor. Y él se aí­sla (Judas) y hace una dura crí­tica: "¡Pero esto podrí­a ser utilizado para los pobres!". Esta es la primera referencia que he encontrado, en el evangelio, de la pobreza como ideologí­a. El ideólogo no sabe qué es el amor, porque no sabe entregarse."
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Obviamente. Es como dice su santidá. Aunque no me queda claro en donde puedo verificar el "de lo que se sigue" tan necesario cuando alguien presenta un ejemplo como explicación del argumento que plantea a continuación. Yo tenía entendido que Judas quería amarrocarse lo que la Madalegna se había gastado para lavarle los pies a Jesús. Por eso dijo lo de los pobres, que no le intersaban un soto. O sea, usaba a los pobres para legitimar su hijaputez. Claro, como esos zurdos que andan por ahí.
¿Esto quiere decir que "Judas usaba la pobreza como ideología"? Y por extensión ¿quiénes más usarían a la pobreza como "ideología", reclamándole, pongo por caso, al Vaticano que juegue a lo que propone y que se haga pobre entre los pobres?
Vade retro.
No sea cosa que se manchen con alguna mácula de la Teología de la Liberación o esos inmundos Curas Obreros.

3 comentarios:

Nando Bonatto dijo...

diga que Francisco, el de Asís, era manso entre los mansos, sino lo cagaba a palos al que usurpa su nombre

José Pepe Parrot dijo...

Nando:
Si señó. Yo calculo que si se levanta de la tumba según lo prometido por el trompa deja de lado su promesa por lo menos por un par de días y lo surte al sofista de morondanga éste.

Cosmocosme dijo...

La falacia del hombre de paja (hacerle decir al interpelado lo que no dijo para "refutarlo" cómodamente, en este caso, su Santidá reinterpretando antojadizamente las palabras de don Judas),asi casi la reina de las argumentaciones actuales.
Creo que incluso le ha quitado el primer puesto a la falacia ad hominem y a la petición de principio (aunque, justo es decir, suelen venir las tres en combo)