Lo bueno de recibir órdenes es que no tenés que pensar un solo argumento. Te llegan escritas, pristinas y sin filtro y nada más tenés que seguirlas. Por eso ser presitente de la corte anoréxica de supremos es bastante simple. Agarrás el listado y vas moviendo el dedo de acuerdo a lo que te indica el patrón.
¿No es así Ricardito corazón de ratón?
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Clarito, clarito Ricardo. Incluso es didáctico como para que lo entiendas hasta vos que tenés neuronas más bien perezosas: Joaquín se tomó el trabajo de incluir objeciones en forma de preguntas y las respuestas correspondientes para que puedas enfrentar a la prensa. Más simple no puede ser. Haga nomás.
Ahhh, eso si: ojito con no hacer caso porque ahí aparecen los cadáveres en el piano...
Ahhh, eso si: ojito con no hacer caso porque ahí aparecen los cadáveres en el piano...