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viernes, 13 de septiembre de 2013

MILAGROS INESPERADOS

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Milagros Inesperados:

1.-Plomito
A mediados de 1982 cursaba alegremente mi tercer año de secundaria, con los vaivenes propios del asunto. Ni qué decir que teníamos la guerra de Malvinas fresquita en las retinas, que se adivinaba un cambio de aire y que eso se notaba por la explosión del rock nacional que ahora sonaba en todas las radios.
En medio de esa detonación musical estábamos cuando, de buenas a primeras, vino un señor con pinta de productor de algo a nuestro colegio. Pasó curso por curso a partir de tercer año. Traía un pedido simple pero que requería fuerza bruta. Fuerza que nunca me faltó, por idem.
Resulta que un grupo de rock venía a tocar en el polideportivo municipal. Cuando construyeron el lugar los diseñadores pensaron que en ese espacio se iban a practicar muchos deportes, por lo que era amplio con entusiasmo, pero jamás se les ocurrió que lo usarían como escenario de recitales, por eso nunca tuvieron en cuenta la acústica del sitio.
Por tanto, para que el grupo se escuchara más o menos bien, era necesario colocar bajo el enorme escenario tachos de doscientos litros llenos de agua que se cubrían luego con un material parecido a la esponja y una tapa con orificios, transparente, de algún tipo de plástico.
Para llevar adelante este laburo de hormiga el señor (que era de la producción del espectáculo) solicitaba voluntarios entre las huestes de nuestro secundario (lo eligió dado que era el más populoso de todos) que estuvieran dispuestos a sacrificar un día de cursada (“¡yo, yo, yo!”) para ayudar con el asunto.
De entre todos los que se ofrecieron (que fueron legión) el señor eligió a los más robustos dada la naturaleza del trabajo. A cambio de los brazos que cargaban, llenaban y sellaban tachos, la producción ofrecía dos entradas al show para cada voluntario. Hubiéramos ido gratis con tal de faltar un día al colegio, pero encima nos regalaban entradas. Tomá mate.
Allá fuimos, bajo la supervisión de varios plomos seniors, armamos la base del escenario y detrás otros operarios montaron la estructura del piso.
Nada que contar, más allá de las anécdotas previsibles en estos casos.
Se preguntarán ¿qué grupo era el que requería semejante infraestructura? Me estoy guardando el nombre porque de lo contrario, no tiene gracia.
Claro que habíamos preguntado quiénes eran los protagonistas del recital, pero éramos todos demasiado adolescentes y, dada la distancia, las novedades llegaban tarde y mal. Un avispado dijo: “-Che, los del recital están en la revista Pelo”. “-Ah mirá”, contestamos nosotros que de música sabíamos tanto como de física nuclear.
¿Quiénes eran? El grupo que venía a tocar era Serú Girán.
Que en esa época comenzaba a tener una fama considerable. Nuestro desconocimiento nos valió el comentario ácido de uno que sí los junaba. No fueron precisamente alabanzas las que nos dedicó.
Un poco más avivados fuimos al recital y tuvimos el inmenso honor de ver y escuchar en vivo, a uno de los mejores grupos de rock argentino de todos los tiempos.
De casualidad. De pedo dicen en el barrio.
Un milagro inesperado. El primero.
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2.-El hombre del pijama a rayas
En el colegio en donde atravesé mi secundaria se acostumbraba a ir de de viaje de promoción a Mar del Plata. La mecánica del emprendimiento era, casi como en todos lados, hacer eventos, vender empanadas, organizar bailes, etc., para juntar los morlacos necesarios y luego, pumba, de viaje con toda la pandilla en plan de invasión.
Con lo que habíamos rapiñado trabajosamente, logramos pagar un viaje a la felicity de quince días. ¡Quince días! Calculá. Pensión completa, boliches, excursiones y demases, todo incluido.
Pero claro, la rumba era amplia y extensa por lo que, el dinero que cada uno había llevado de refuerzo, se evaporó a la velocidad del rayo.
De suerte que, faltando tres días para volver al hogar, no teníamos un mango partido por la mitad. Con lo cual, solo quedaba como estrategia disfrutar de los placeres que habíamos prepagado. No había disponible para ninguna otra cosa.
Solo algunos previsores habían encanutado algo de efectivo para comprar los alfajores que llevarían de recuerdo a sus familiares. No me contaba entre esos prudentes, claro está.
Decía, sin un mango, con solo las ganas, estábamos desparramados en la rambla, muy cerca de los lobos de piedra, pensando qué hacer con nuestra bancarrota, mirando como todos huían en dirección a los boliches sin poder seguirlos.
Era un grupo de adolescentes bastante lamentable: echados de cualquier manera en el piso, parecíamos lo que éramos, chicos sin recursos.
Mientras lamentábamos nuestra suerte jueperra, apareció un tipo (al que ahora llamarían “tarjetero”) que nos ofreció entrar a un boliche gratis. Por supuesto, paramos la oreja dado que había sonado la palabra mágica: “gratis”.
En nuestras condiciones escuchábamos cualquier propuesta. Y claro, aceptamos las entradas que nos pasó el buen hombre.
El tugurio era un boliche un tanto improvisado cerca de la rambla. Que, dada la huida del grueso de los pibes a la zona de boliches, quedaba cuasi desierto. No puedo recordar el nombre, por más que me esfuerzo, eso sí.
Era tal la sequía de asistentes que en el slogan de venta el señor indicó que tocaría una banda en vivo, como un plus para convencernos de aceptar las entradas. Un grupo de Capital Federal, recalcó. A nosotros, hormonalmente alterados, ese dato no nos impresionó. La pregunta crucial era la presencia femenina. Pero como no estábamos para delicadezas, agarramos los tickets y marchamos en disciplinado orden al boliche.
Comprendimos entonces porqué el hombre recorría la rambla ofreciendo el ingreso gratuito a quien quisiera escucharlo. En el salón, enorme, había no más de doscientas personas, con toda la furia. Y supongo que la presencia de esos sujetos obedecía a razones similares a las que nos habían llevado hasta ahí.
Ahora, mujeres había. Lo que calmo nuestras ansias inmediatas, al menos como resultado de la promesa que tal coyuntura entrañaba.
Del grupo “de Capital Federal” ya nos habíamos olvidado cuando de repente se encendieron las luces frontales de un escenario, en el costado del boliche, y se descorrió el telón que lo tapaba. Los músicos entraron a escena ingresando al escenario desde diversos ángulos.
Instalados en sus instrumentos, amagaron unas notas para probar la afinación y el sonido y luego arrancaron con toda la potencia que tenían a mano. Delante de la banda, un micrófono esperaba al que suponíamos, era el cantante. Cosa que efectivamente era así.
El nombrado vocalista surgió de atrás de la batería. Su atuendo era indescriptible (o casi): camiseta blanca sin mangas con el cuello torcido, pantalón ajustado de algodón a rayas blanco y negro, como un pijama (o un pijama, quién sabe), botinetas topperolas con los cordones desatados, pelado, con anteojos oscuros.
¿Ya adivinaron?
Yo tardé bastante en saber quién era, incluso después de saberlo.
El mentado cantor era Luca Prodan, y el grupo al fondo Sumo.
Los mismísimos.
También los vi como el mago Cacarulo, de puro mago.
Y me di cuenta más tarde, nos dimos cuenta debo decir, que en una noche perdida de Mar del Plata habíamos asistido a un concierto de Sumo, comentario que resume mi estupor posterior.
Habíamos tenido ese privilegio. Casi sin quererlo.
El segundo milagro inesperado.

Epílogo:

Pienso: si estos no son milagros, los milagros ¿dónde están?

miércoles, 19 de junio de 2013

EL ASCENSO

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Milagro ya es que no terminara en cana por sus hazañas. Sin embargo lo hacen santo. De milagro, claro. Por sus méritos claro. Porque, ante todo, combatió zurditos. Como El Pancho que ahora hace como el perro que volteó la olla y no se acuerda de su prontuario.

jueves, 28 de febrero de 2013

LA PERPLEJIDAD DEL DORMIDANO

Allá lejos y hace tiempo publiqué (en mi otra resurrección) un post sobre La Dormida. Como habrán sospechado con razón, del nombre citado proviene el gentilicio "Dormidano" (gentilicio incorrecto por otra parte, debería ser Dormideño, pero la fuerza de la costumbre es la costumbre).
En ese viejo post contaba algo sobre el pueblo que me soportó mientras crecía.
Resulta que ayer, buscando información para un texto futuro e improbable, apareció en el listado del buscador un artículo de Wikipedia mentando a La Dormida.
Al recorrerlo me encontré con la sorpresa de que mi viejo texto sobre el pueblo había sido usado como fuente para la nota de Wikipedia.  Cosa que por otra parte no demuestra que mi artículo sea importante sino que hay poco o casi nada escrito acerca de mi pueblo en Internet y en otros soportes más tradicionales.
¡Plop!
Me volvió a la memoria el motivo de aquel antiguo post y recordé que fue elaborado en ocasión de una protesta de productores de la zona que arrojaron a la ruta internacional gran parte de su producción de damascos para llamar la atención sobre el ¿precio? que tenía esa fruta. El post data de diciembre de 2008.
Lamento corroborar hoy, a cuatro años de distancia, que la cosa no ha cambiado mucho. Pasó mucha agua bajo el puente pero todo está como era entonces, según indicaba el poema aquel.
En este momento se está negociando el precio de la uva, el ingrediente que provoca la fiesta de la vendimia y el vino. Me informaron que el valor del kilo de uva será aproximadamente 1,50 $. Si si, leyeron bien. 1,50 $. Y es un precio mayor que el de la cosecha pasada, así que imagínense.
Eso si, hay una presión fiscal que tiene ciertas características diferenciales. Digo, presiona a los pequeños productores pero permite a las grandes empresas vitivinícolas eludir el pago de los impuestos a la producción presunta, garpa el laburante que tiene una o dos hectáreas pero no una megaempresa, que aprovecha sus dimensiones para lograr ventajas impositivas.
Eso se ve dramáticamente en La Dormida.
Hay algunos fenómenos asociados a la paupérrima situación de los pequeños y medianos productores de esa zona del este de Mendoza (calculo que en otros lugares pasa algo parecido pero me voy a concentrar en el lugar que conozco como la palma de mi pie): la población en edad productiva emigra dado que no tiene laburo en el departamento por tanto busca en otros lugares, ya sea la capital de la provincia, otras provincias, etc. La población está en alerta amarillo porque, sin ser una ciudad europea, se está quedando sin jóvenes. El acceso a servicios básicos es problemático, la empresa de telefonía monopólica no provee Internet al pueblo porque no es "rentable". Hasta hace poco tiempo no había gas natural de red (de hecho en muchas zonas del pueblo no lo hay). No hay cloacas.
La oferta educativa superior es menos que acotada y el Instituto Superior Terciario que se abrió hace algunos años es pasto de peleas políticas que no intelectuales.
Las megaempresas vitivinícolas siguen asentadas en el territorio del departamento, pero sus explotaciones tienen un impacto laboral e impositivo casi nulo en la economía del lugar.
Los políticos de la zona no están a la altura de las circunstancias, por varios motivos. Calculo que, además de la consabida ausencia de virtudes morales, hay un un baldío intelectual a nivel polìtico que asusta. Porque, en rigor de verdad, nadie en su sano juicio le encargaría a semejantes personajes manejar algo, mucho menos el destino de miles de personas. Sin embargo ahí están, cosa que agrega una descalificación ad hoc a las personas que los votan y refrendan en cada elección.
Ayer leía a Umberto Eco que se despachaba contra el pensamiento mágico presente en la tecnología. Pensamiento que le hace creer al usuario de armatostes sofisticados que, detrás de los aparatos hay magia. Y no, lo que hay es un largo camino de investigación, prueba, error, falsaciones varias. Un arduo sendero que recorre el investigador y que, en última instancia, permite obtener los conocimientos necesarios para fabricar un MP3. Pero el MP3 no es magia, es el resumen acotado de un esfuerzo enorme.
El pensamiento mágico intenta obviar este tránsito y busca un efecto inmediato de una causa inmediata.
En eso parecen estar en el departamento de Santa Rosa (en donde está La Dormida) dado que están apostando sus porotos a la instalación de La Salada en el lugar.
Suponiendo que, por algún tipo de abracadabra, el resultado será el progreso de todo el pueblo.
Pero no. Quizás sirva y le sirva a varios, pero seguramente no a todos.
Lo que se le opone a estos razonamientos mágicos es el laburo. Tener un proyecto de departamento que contemple fortalezas, debilidades, recursos, capacitación, entorno, y que ante todo tenga objetivos a largo y mediano plazo. Objetivos que puedan orientar acciones que de a poco, con todo el esfuerzo que eso supone, permitan solucionar los problemas diversos que se presentan en el día a día y en el horizonte.
Claro, eso necesita discusión, trabajo, acuerdos, y luego, ejecución paciente y constante.
Y los resultados no serán políticamente relevantes dado que los cambios efectuados de esa forma llevan tiempo, frustraciones, avances y retrocesos.
Es más simple pensar que La Salada resolverá todos los problemas del departamento.
Si eso no es pensamiento mágico.
Estas cosas agregan a la perplejidad que me causó ser citado como fuente, un amargo sentimiento de impotencia y rabia, si se me permite el desborde.
Porque, y vuelo a citar el viejo poema: todo está como era entonces...

sábado, 15 de octubre de 2011

VIDEO REF

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Falta que se expida el árbitro.
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Eso a lo que en el fútbol le tienen alergia.

jueves, 28 de abril de 2011

¿MILAGRO?

En una de ésas le había tomado cariño.
Por eso no quería perderla.
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El titular confuso está acá

miércoles, 16 de marzo de 2011

¿VES? SON INFALIBLES

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Esto quiere decir que Escrivá de Balaguer realizó curas milagrosas desde el más allá.
Me dio un poco de julepe, te voy a decir.
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miércoles, 5 de enero de 2011

ALELUYA

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Tanto despotricar contra la ciencia y los señores curas apelan al método hipotético-deductivo para decidir si Juan Pablo II será santo o no. ¿A los cuántos milagros queda demostrada la hipótesis, esto es la santidad del Juan Pablo? ¿Los milagros deben ser ejecutados bajo condiciones controladas? ¿Pueden contabilizarse los milagros ad hoc? ¿Los no milagros debilitan la hipótesis? ¿Si la persona beneficiada por un milagro vuelve a enfermarse, hay que formular una hipótesis alternativa? En el caso de que el solicitante invoque a Juan Pablo II y a varios santos más ¿a quién se atribuye la concreción del milagro?
Preguntas, dudas, incertezas, así se transita el camino a la santidad.
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jueves, 16 de septiembre de 2010