Al proyecto del nuevo Código Procesal Penal hay que pegarle por todos lados. Esa parece ser la consigna que les han lanzado a los augustos repetidores de párrafos que asolan el eter con sus preclaras palabras.
Y uno de los ángulos clásicos es éste. Lo interesante es que para que el nuevo código funcione hace falta remozar la estructura y dotarla de capacidad operativa. O sea, el laburo lo tiene que hacer alguien y esos alguien tienen que estar ahí. Pero es un detalle ¿no?
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El lenguaje tremendista es delicioso.
Ahhh. el tal Cimadevilla también es un ejemplo de convicciones.
1 comentarios:
no había leido este post, hoy lei este y este http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-259910-2014-11-15.html
puaj para mari-juan
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