Hoy escuché la explicación más extravagante sobre el triunfo de Hugo Chávez en Venezuela, el domingo pasado.
En mi trabajo hay varios laburantes de otros países. Entre ellos un venezolano. Si claro, opositor a Chávez ¿No te había contado? Bueno, hoy en una mesa espontánea de esas que se arman en el salón de "break" (que feo suena eso), al sujeto en cuestión le estaban preguntando porqué Chávez había ganado.
Por ser quien soy y además, para evitar polémicas innecesarias no participaba de la charla, dedicándome con fervor al repaso del libro de Eric Hobsbawm "Historia del Siglo XX". Al escuchar la pregunta realizada paré la oreja y ahí apareció el siguiente razonamiento vertido por el venezolano al que la concurrencia había consultado: "-Siempre va a ganar Chávez porque los que lo votan son más que nosotros". Dicho ésto con una seriedad mortal.
Más allá de la verdad de perogrullo (así es la democracia, gana el que tiene más votos, por lo que, evidentemente, los que votaron a Chávez son más que los que no lo votaron) hay otro razonamiento detrás que no está muy lejos del que usan nuestros amables caceroleros para descalificar a las mayorías.
¿Cómo es éso? A las palabras del venezolano habría que agregarle lo que les falta, en realidad, lo que está latente recubierto con un argumento obvio: la frase debería decir "-Siempre va a ganar Chávez porque los "negros" que lo votan son más que nosotros, "gente decente" que no lo vota".
Como verán, los sofismas de allá no están tan lejos de los sofismas de acá. Salvando las distancias y que no se puede asimilar una situación social a otra punto a punto, lo que el consultado expresa es el sentido común que gritan acá cuando descalifican a los que votaron al gobierno nacional.
Lo peor de estos argumentos, aparte del rascismo a flor de piel y el desprecio, es la cancelación a priori de cualquier diálogo: dado que el otro no merece mayor atención en razón de su condición de paria, no es posible hablar, reconocerse como sujetos, ambos, de una construcción social colectiva pese a las contradicciones. El camino es subsumir al otro, convertirlo en una no persona (si si, se lo afané a "1.984"), porque es, ante todo, un enemigo aborrecible, excecrable, el culpable de todos nuestros males.
Lo que viene después, ya lo conocemos. O deberíamos conocerlo.
No me gusta ser Casandra (versión 2023)
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Otro año interesante ,en el sentido de la maldición china,se termina.
Siempre me he considerado el nivel cero de la perspicacia. No soy buena
previendo aco...
3 comentarios:
Es como con Cristina. Gana porque la votan los negros que se beneficiaron con su gobierno. Por lo tanto, inferimos que la gente decente no vota gobiernos que la beneficie. Por eso la vota a ella también. Entonces negros y decentes votan lo mismo!
Praxxo:
Impecable razonamiento.
MUy bueno.!! Tal cual // muy bueno el razonamiento de Praxxo!
Y sí todos sabemos que el razonamiento acá es el mismo... Por eso la pregunta inversa suena absurda : Votaría la gente alguien que no le convenga para favorecer al que le conviene a los otros con la esperanza de comer de sus sobras?
Saludos.
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