viernes, 28 de septiembre de 2012

LOS OLVIDADIZOS

Debe ser un problema de memoria. Incluso de amontonamiento, son tantos en tan poco espacio que uno no puede saber quién está o quién no está. Aún si el que está es Jean Baptiste Rutihunza, sacerdote ruandés para más datos, acusado de genocidio y crímenes contra la humanidad y sobre el que pesa una orden de arresto internacional por ese motivo.
La condición de Rutihunza y los cargos que se le hacen parecen no importar mucho en el Vaticano, en donde Jean Baptiste pasa tranquilamente sus días a salvo del juicio al que debería enfrentarse.
Ahora, eso sí: no les hablés de identidad de género, homosexualidad o teología de la liberación porque se ponen como locos. Así es la furia de estos santos varones.
Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede dijo que el Vaticano no ha tomado nunca ninguna iniciativa a favor de Rutihunza y que por tanto, no lo han protegido. Pero, ¡ay don Federico! tampoco han tomado ninguna iniciativa en contra de Rutihunza, lo que en la práctica significa que sí lo han protegido. A otro can con ese metatarso eminencia.

1 comentarios:

Moscón dijo...

El coltán.El coltán(una mezcla de metales raros que se da en pocos lugares y posibilita la industria de los celulares y las computadoras)abunda en Ruanda y nada mejor que avivar una vieja rivalidad étnica,mantener el país hecho un kilombo,y a río revuelto ganancia de pescadores,pagándolo cien veces menos de lo que vale.Y usté vió como es la competencia en el capitalismo,siempre necesitan de alguna mano gaucha que le soliviante la competencia,porque ese metal vale mas que el oro.