lunes, 3 de septiembre de 2012

LA MITAD MÁS UNO

"Soy de la mitad del país que mantiene a la otra mitad". Encontré, tarde piaste, este asunto rebuscando información sobre otro tópico. Hace rato que anda dando vuelta parece, más que nada en Facebook. Chocolate por la noticia me dirán.
Bueno, que quieren, no estoy al día.
Volvamos al meollo principal del asunto. La frase me dió entre medio de los ojos. Justo en medio. Hacía tiempo que no veía una tal falta de solidaridad. Un maniqueismo corto de vista, reaccionario y virulento.
Tratemos de evitar la rabia, porque es éso lo que contiene en demasía la proposición aludida. Veamos si podemos desmontar las falacias varias que anidan en su interior.
En primer lugar, y suponiendo que haya dos mitades ¿qué le hace pensar a esta "gente" que se encuentra en la mitad que mantiene y no en la mantenida? La riqueza, como hemos dicho mil veces, es social. Para crearla hace falta el concurso de muchos sujetos. ¿Están tan seguros que no son los mantenidos? La bonanza económica de muchos es fruto del esfuerzo de otros muchos. En esa mitad de la que reniegan con tanto énfasis, quizás, se encuentra el secreto de su éxito.
Por otra parte, y que yo sepa, gran parte de la mitad que pretende mantener a la otra mitad recibe subsidios en el agua, la luz y la electricidad. ¿Todavía creen que nadie los mantiene?
Pero, como nosotros sabemos que no hay dos mitades, descartemos ese razonamiento por elemental.
Observemos ahora el hecho de pensar, contra toda evidencia, que uno se encuentra en la mitad virtuosa de algo. Al establecer esta línea taxativa del otro lado coloca a los que no están en el inner circle: los malos, los otros, los que nos amenazan. ¿Tengo que señalar los peligros que entraña este razonamiento y los monstruos que prohija? No creo que haga falta.
Ahora, suponiendo que alguna vez la palabra solidaridad hubiera tenido algún significado para los que se colocan en la mitad del Eje del Bien ¿cómo creen que se construye una sociedad? ¿Acaso piensan que la sociedad la edificaron solos, sin ayuda de nadie? ¿Creen que la sociedad es su refugio exclusivo, porque "lo pagaron"? ¿Piensan que la sociedad es una empresa que les brinda servicios? De ninguna forma. Una sociedad es una construcción solidaria. Y todos contribuyen a su creación y mantenimiento. Y todos debieran velar para que ningún sujeto dentro de esa construcción quede por fuera de la misma, privado de los derechos que le asisten. Por eso es una sociedad. Lo contrario es el sálvese quien pueda que impera dentro de los countries o barrios privados en donde la mitad virtuosa se refugia para disfrutar lo que obtiene de la otra mitad que no quiere ver.
Al derecho a llevarse lo que extraen a otros lugares, a buen resguardo de la mitad expoliada le llaman libertad. Y es la única libertad que les parece significativa. El concepto de libertad que se agazapa bajo estos argumentos es el que supone que la libertad se resta y no se suma. Si el otro es más libre yo soy más libre, decimos nosotros. La libertad del otro termina donde comienza la de los demás dice la mitad virtuosa que de esa forma envuelve en papel para regalo un conservadurismo ultramontano.
Podría extenderme hasta el infinito con estos argumentos.
Pero me da fiaca porque es lunes y además, que labure la mitad virtusa y me mantenga, qué tanto.

4 comentarios:

Rob K dijo...

Sigo su razonamiento, pero me pregunto: ¿somos todos igual de buenos (o de malos)? ¿Acaso no hay derecho a considerarse más viruoso que un genocida o un traficante? Ahí sí cabe, creo, discriminar.

ram dijo...

La verdad, Dormi es que me parece un error, pensando en las miserabilidades de tanto miserable que pulula por ahí, enfocar las cosas por el lado de la solidadirad, concepto exótico y malsano para estas almitas sensible.
Debiéramos, creo, apuntar los análisis para el lado de viejos amigos de la miserabilidad, los números, el egoísmo y los miedos.
Digamos, "negros hay muchos, cosas ricas y guita, menos, Audis y Beemes muuuuuuchos menos.... esos negros cortando yuyos, los negritos en las escuelas, TE salen mucho, pero mucho más baratos que, fijate, te equivocás de camino, te miran con "cariño" y se acuerdan que son muchos, bastante machos y pesaditos y vos, tierno como una magdalena.... ojito, que caníbal satisfecho no tiene hambre.
Suena delirante pero, ya sabe, la sensibilidad de esa "mitad" pasa por el bolsillo, no se complique pidiéndoles lo que desconocen.

José Pepe Parrot dijo...

Rob:
Es cierto que hay tipos que merecen nuestro repudio porque sus actos los han puesto en la picota.
Yo diría que más que discriminar lo que hace falta es que paguen sus culpas de la forma en que la sociedad lo ha estipulado.
Yo, al no ser genocida ni asesino, soy distinto. Pero no estoy seguro de mi bondad o maldad. Ese, conjeturo, es un terreno más resbaladizo y lleno de trampas en donde operan escalas axiomáticas que habría que discutir.
En cuanto al tema de mantener o no mantener, de postularse para la mitad virtuosa que mantiene a la mitad deplorable, la bondad o maldad se funda en una mistificación (o mixtificación) que no tiene apoyatura en lo real.
De esa división maniquea surgen otras categorías igual de complicadas.
Por ahí va la mano.

José Pepe Parrot dijo...

Ram:
Yo soy un inaprensible.
Me da por doctrinas esotéricas que hablan de solidaridad.