Cierta ideología cree que somos bobos, nos chupamos los metatarsos y además, andamos buscando ríos para cruzar con botas. Esa cierta ideología invoca a Dios para indicar que no quiere ser despojada de su influencia y los negocios que ésta le acarrea. Y para tal fin intenta ignorar cientos de años de historia, apostando a que sus palabras serán legitimadas por la sola reputación de quien dice hablar en nombre de un ser todopoderoso.
Cierta ideología, le tengo una muy mala noticia: acá no le creemos. Y espero que el ejemplo cunda.
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2 comentarios:
Si no recuerdo mal lo que me enseñaron en catecismo (allá, lejos, en el siglo pasado), dios está en todas partes y a la vez en ninguna, no se lo ve; sería una presencia, digamos, gaseosa. Y que no jode a nadie y que nadie exluye específicamente. En el peor de los casos, ni se lo menciona.
Pero el sotanudaje, con el ratzi a la vanguardia, sí que ocupa lugar, sí que estorba, sí que pide atenciones y comisiones (en nombre del gaseoso y su hijo el crucificado) y, claro, cual dolor de muelas producen efectos. Uno de esos efectos es la tendencia mayoritaria y mundial a echarles flit, a tratarlos como lo que son, una peste.
Dicho en tucumano: ratzi, ite! (vete!)
Ram:
El famoso efecto de sustitución que ejecutan con entusiasmo estos muchachos.
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