En su defensa a ultranza de las trapisondas papales los señores sacerdotes no tienen límite alguno. Siguen jugando el juego del victimario que se quiere transformar en víctima. En el medio de la "defensa" el señor Sodano desliza un comentario descalificador sobre los denunciantes. La culpa es de los otros, aún cuando la culpa es nuestra. Lindo ejemplo de estos pastores, que de a poco, sin prisa pero sin pausa, comienzan a perder el rebaño.
Poemas con excusa: Sonetos soñados
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*El sueño del caballero o La vida es sueño (A. de Pereda)*
El sueño tiene un prestigio en decadencia. Si Kublai Khan pudo soñar un
palacio y Coleridge...
2 comentarios:
Lindo sería que uno de estos curitas "equivocados" termine en una cárcel común, así se junta con los "errores" de los demás presos.
A ver cómo le queda el evangelio
Ram:
Amén.
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