martes, 12 de enero de 2010

TRIPLE XXX

La publicidad intenta invadirnos. Eso es un hecho que se puede verificar en un baño público: encima del inodoro hay una propaganda de purgantes o en el canto de los escalones de una escalera de salida (en el subte por ejemplo) una de un gimnasio (con las ironías del caso)
En Internet la publicidad invade literalmente cada espacio disponible. Al ingresar en algunas páginas saltan sin permiso y con ánimo de marines que se lanzan al ataque, diversas ventanas "originales" que pretenden redirigirnos a alguna página en particular o tratan de vendernos alguna porquería.
Por lo general estas cosas se cierran con la consabida "X" que suele aparecer acompañada por la palabra "CERRAR":


Pero como el internauta cierra estas ventanas ni bien las ve aparecer en la pantalla, los "creativos" han decidido que la "X" sea cada vez más inaccesible. Por eso van moviendo la ubicación de la letrita por todo el espacio de la ventanucha emergente. Un día está a la izquierza abajo, otro día a la derecha arriba, mudándose con una compulsión enfermiza de un minuto a otro.
Pero como no basta esta estrategia para frenar el impulso cerrador del navegante, los imaginativos vendedores distorsionan la función de la "X".
Por ejemplo, uno abre la página de un diario y aparece una publicidad que no le deja ver las notas. Buscamos la "X" y al presionarla, aparece la ventana que queríamos evitar.
¿Cómo pasó eso?
Pasó porque la "X" en esta ventanita no sirve para cerrar sino para abrir. ¿Cómo se cierra el esperpento? Vaya uno a saber.
Y a veces, por más que uno se empeñe en bloquear mediante la opción correspondiente la aparición de cualquier adminículo publicitarioso, por motivos que aún no puedo establecer, saltan a la pantalla cuál gacelas huyendo del león.
Los publicistas amañados con los perversos informáticos intentan que veamos la publicidad aún cuando no tengamos ganas. El usuario intenta a su vez evitar semejante cosa. Es una lucha sin cuartel con resultado incierto.
La madre de todas las batallas.

6 comentarios:

Mariam dijo...

Llegué engañada por el título.
Qué lástima.

Anónimo dijo...

¿llegará un hacker amigo a masificar algún software contrapublicitario? tendría más éxito que el software libre.

José Pepe Parrot dijo...

Mariam:
Fue un sucio truco publicitario. Ja.

José Pepe Parrot dijo...

Peta:
No sería una mala idea. Por ahora apareció un software llamado (creo) Suicide Machine, que es una página para "suicidarse" en las redes sociales en donde uno se haya quedado pegado. Aunque los de Faisbuck han bloqueado a la página. Es que los datitos les sirven bastante le quiero decir.

maia dijo...

Me encantó lo de las gacelas huyendo del león, un poeta.

José Pepe Parrot dijo...

Maia:
Gracias. La poetitud evita las palabrotas que me arrecian cuando veo aparecer una ventana de esas que le indico.