martes, 8 de diciembre de 2009

ALGO NO ESTA BIEN

En el día de hoy, como por arte de magia, apareció el auto de los Pomar y los Pomar, desaparecidos hace 24 días. Estaban en un lugar por donde pasa bastante gente. Según "informaban" hubo al menos cinco rastrillajes en el lugar. Y un auto con las ruedas para arriba, cuerpos desparramados alrededor, justo al lado de la ruta, no fue visto por nadie.
Olvidándose de las cientos de pistas falsas sembradas durante estas semanas (práctica habitual cuando en la jerga "se quiere embarrar la cancha") el periodista de Canal 13 presente en el lugar hablaba con la mayor soltura sobre "accidente de tránsito".
Mientras decía esto confirmaba que la zona del hallazgo no fue cercada con celeridad por lo que mucha gente pisoteó la escena del supuesto accidente (recordemos el crimen de Cabezas en donde la policía cercó el lugar horas después de "encontrar" el auto del reportero). De esta forma pistas esenciales para la pericia se pierden entre la multitud de rastros que dejan los curiosos y algunos policías de inesperado comportamiento.
Decía además que un supuesto perito había confirmado, dado el estado de descomposición de los cuerpos, que la fecha de la desaparición correspondía a la del posible accidente. Todo esto dicho en el aire, sin mayores precisiones y transmitido por el periodista casi a nivel de certeza. Sin otra prueba que una corazonada no confirmada.
La no búsqueda en el lugar más lógico para buscar (quizás no se buscó porque se sabía lo que se podía encontrar o porque allí no había nada hasta ahora, no lo podemos saber) quedó subsumida a una anécdota cuando debería ser la pregunta inicial. Porque ésta sin duda es la pregunta más inquietante. ¿Por qué no se buscó en ese lugar, señalado ahora como peligroso, mortal, etc.?
Y si se buscó ¿por qué no se encontró a la familia y a su auto? Mirando las imágenes uno puede apreciar la cercanía con la ruta. Una ruta por la que transitan autos.
La teoría que indica que la investigación no fue buena, que el rastrillaje estuvo mal hecho y que todo se debe a una supuesta inutilidad policial es demasiado obvia. Y disculpa muchas cosas.
Me asombra la insistencia sobre la calidad de accidente sin tener pruebas.
Me asombra la prontitud con la que Stornelli salió a abonar esa hipótesis.
Me asombra la usina de los "medios serios" dejando pasar tantas preguntas obvias.
Me asombra y me inquieta.

Toda una serie de titulares para construir la hipótesis del accidente. Y como no podía ser de otra manera, la escena del "accidente" es una ruta peligrosa.
¿Tan rápido se pudo establecer el modo en que se produjo el supuesto accidente? La policía científica es una luz.
Al menos en este titular usan el potencial. "Habrían" es mucho más preciso que una ruta peligrosa y un conductor que se quedó dormido.
Una de las tantas preguntas que no se están respondiendo. Y que por ahora permanecen en segundo plano. Preguntas que comprometen. Preguntas que espero no queden sin respuesta.
Aunque "sin respuesta" es una respuesta.

2 comentarios:

Oscar dijo...

Ayer yo comentaba algo específico que no me cierra para nada. Salvo que los Pomar escaparan a una regla casi universal en Argentina, debieron haber tenido dos celulares, uno cada uno de los mayores. Y lo más probable es que los llevaran encima y encendidos. Un pedido a las empresas proveedoras del servicio permite detectar la ubicación con un margen de error muy pequeño, de metros. Aún asumiendo que se hubieran agotado las baterías después de unos días, es de suponer que una vez desaparecidos los familiares los trataron de ubicar: eso hace que las llamadas recibidas y no atendidas se registren con indicación de dónde estaba el aparato en ese momento. Si se descubre que hay tres o cuatro llamadas no atendidas, estando siempre en el mismo lugar, y es gente a la que estás buscando... no? Es rarísimo. Sobre todo porque ese tipo de informes se pide a diario por docenas, y me consta.

José Pepe Parrot dijo...

Oscar:
Por lo que podemos deducir que, o son una manga de pelotudos atómicos en la policía o no querían buscar donde tenían que buscar.
Semejante despliegue policial para no encontrar nada.
Desconfío.