...
Pasemos al ataque:
Pasada ya la fase expositiva, el exordio digamos, hagamos operativa la consigna #NiUnaMenos.
Somos, como ya se sabe, orejones del tarro, apenas, a lo sumo, por lo cuál tendremos que apelar a la fuerza colectiva para que la fase ejecutiva tenga algún sentido y algo de éxito. No podemos dictar leyes, vetarlas, modificarlas o hacerlas cumplir. Tampoco propinar justicia por mano propia.
Pero hay, si uno tiene ganas de que el #NiUnaMenos pase de la fase epidérmica a la realidad concreta, una serie de acciones que se pueden emprender, que están al alcance de todas y todos. Acciones para las que no hay excusas porque no requieren actitudes heróicas, se pueden llevar adelante resguardando el anonimato y sin comprometer el escracho públicamente, por lo que no suscitarán reprimendas o medidas coercitivas públicas o privadas. O sea, el asunto posee una cantidad de ventajas inusitadas.
Y, si se ejecutan colectivamente, con la misma fuerza que se puso de manifiesto en la marcha #NiUnaMenos de octubre, tendrán efectos inmediatos y mediatos.
Una palabra podría resumirlas: Boicot
Una de las cosas que quedó a la vista con este asunto es el rol de los medios de comunicación y la publicidad en la conformación de estereotipos femeninos que cosifican a la mujer, la convierten en un objeto de placer, de limpieza, de culpa, etc, abonando la violencia de género a través de la violencia simbólica. Por eso, atacar el meollo de este asunto es imprescindible.
Ya hemos dicho que no tenemos el poder para castigar jurídicamente la actuación de los medios de comunicación ni de la publicidad en este sentido. Además sería contraproducente, dado que el cambio punitivo no produce necesariamente un cambio cultural. Por tanto propongo una acción un poco menos espectacular pero mucho más efectiva.
Un boicot generalizado a productos, programas, medios, revistas, programas de radio, de televisión, etc., que usen estereotipos femeninos cosificadores en su contenido para promover su imagen, aumentar las ventas y mejorar el rating.
Pongo ejemplos:
1.-La cerveza Schneider que usa la imagen de una mujer a la que se le lanza una cerveza
2.-La empresa Personal que para promocionar el Personal Fest usa la imagen de una mujer lanzando su corpiño con un arco.
3.-Las revistas Para Tí, Gente, Cosmopolitan, Ohlalá, etc. por promover la figura de la mujer adorno, objeto sexual, vengativa, frívola, y sigue la lista.
4.-Los programas de chimentos en donde la figura de la mujer es denigrada desde todos los ángulos, incluso por mujeres.
5.-Los programas en donde le cuerpo de la mujer es usado como un objeto de exhibición.
6.-Los programas infantiles y los canales infantiles que insisten con la mujer princesa.
7.-Todos los artículos que se promocionan en esos programas mediante Publicidad No Tradicional.
Solo siete ejemplos, pero hay más. El punto es no legitimar de ahora en adelante todo medio o publicidad o programa o publicación en donde la mujer sea tratada como un objeto y dejar de consumir los productos asociados a violencia simbólica contra la mujer.
Como verán este boicot no necesita acciones heróicas, ni identificación, ni tendencias en twitter, ni memes en facebook. Solo necesita acción. ¿Qué acción? No consumir los productos descriptos. Simple y sencillo. Ni siquiera la propuesta es no consumir sino reemplazar los productos que usen la violencia de género como medio de venta por otros productos que no recurran a ese dispositivo.
Con respecto a los programas en los medios de comunicación: dejarlos sin audiencia.
No debería ser complicado, no requiere un esfuerzo fenomenal.
Y con esto le das justo donde les duele: en la recaudación.
Con toda la energía colectiva que mostró la marcha del otro día calculo que se podría modificar desde lo microsociológico la estructura, dado que una empresa que ve descender abruptamente su volumen de ventas tiene que replantearse sus estrategias.
Incluyo a mujeres y hombres, porque también los hombres, que mostraron su solidaridad con el #NiUnaMenos pueden contribuir a este boicot con mucha contundencia, pensando que casi todos los productos destinados al público masculino usan a la mujer como gancho: por ejemplo las promotoras en las carreras de autos, en la publicidad de bebidas varias, en los programas de deportes en donde apelan al humor machista para lograr audiencia, etc.
Otra cosa: para que tenga efecto el boicot no puede durar un solo día o un par de horas. Tiene que ser por tiempo indeterminado. De esa forma servirá como castigo para unos y premios para los otros, dado que la suspensión de consumo de un producto no puede derivar en otra cosa que en prejuicio económico de sus fabricantes, y los prejuicios económicos, ya sabemos, son los únicos que preocupan a varios por ahí.
Supongo que si llevamos adelante este boicot silencioso podremos dar un paso decisivo en la búsqueda del #NiUnaMenos.
Convertiríamos las palabras en hechos, pasando de la denuncia a la acción, con recursos que tenemos a nuestro alcance y con una contundencia notable.
Entonces ¿ponemos en marcha el boicot?
Escucho propuestas.
Pasada ya la fase expositiva, el exordio digamos, hagamos operativa la consigna #NiUnaMenos.
Somos, como ya se sabe, orejones del tarro, apenas, a lo sumo, por lo cuál tendremos que apelar a la fuerza colectiva para que la fase ejecutiva tenga algún sentido y algo de éxito. No podemos dictar leyes, vetarlas, modificarlas o hacerlas cumplir. Tampoco propinar justicia por mano propia.
Pero hay, si uno tiene ganas de que el #NiUnaMenos pase de la fase epidérmica a la realidad concreta, una serie de acciones que se pueden emprender, que están al alcance de todas y todos. Acciones para las que no hay excusas porque no requieren actitudes heróicas, se pueden llevar adelante resguardando el anonimato y sin comprometer el escracho públicamente, por lo que no suscitarán reprimendas o medidas coercitivas públicas o privadas. O sea, el asunto posee una cantidad de ventajas inusitadas.
Y, si se ejecutan colectivamente, con la misma fuerza que se puso de manifiesto en la marcha #NiUnaMenos de octubre, tendrán efectos inmediatos y mediatos.
Una palabra podría resumirlas: Boicot
Una de las cosas que quedó a la vista con este asunto es el rol de los medios de comunicación y la publicidad en la conformación de estereotipos femeninos que cosifican a la mujer, la convierten en un objeto de placer, de limpieza, de culpa, etc, abonando la violencia de género a través de la violencia simbólica. Por eso, atacar el meollo de este asunto es imprescindible.
Ya hemos dicho que no tenemos el poder para castigar jurídicamente la actuación de los medios de comunicación ni de la publicidad en este sentido. Además sería contraproducente, dado que el cambio punitivo no produce necesariamente un cambio cultural. Por tanto propongo una acción un poco menos espectacular pero mucho más efectiva.
Un boicot generalizado a productos, programas, medios, revistas, programas de radio, de televisión, etc., que usen estereotipos femeninos cosificadores en su contenido para promover su imagen, aumentar las ventas y mejorar el rating.
Pongo ejemplos:
1.-La cerveza Schneider que usa la imagen de una mujer a la que se le lanza una cerveza
2.-La empresa Personal que para promocionar el Personal Fest usa la imagen de una mujer lanzando su corpiño con un arco.
3.-Las revistas Para Tí, Gente, Cosmopolitan, Ohlalá, etc. por promover la figura de la mujer adorno, objeto sexual, vengativa, frívola, y sigue la lista.
4.-Los programas de chimentos en donde la figura de la mujer es denigrada desde todos los ángulos, incluso por mujeres.
5.-Los programas en donde le cuerpo de la mujer es usado como un objeto de exhibición.
6.-Los programas infantiles y los canales infantiles que insisten con la mujer princesa.
7.-Todos los artículos que se promocionan en esos programas mediante Publicidad No Tradicional.
Solo siete ejemplos, pero hay más. El punto es no legitimar de ahora en adelante todo medio o publicidad o programa o publicación en donde la mujer sea tratada como un objeto y dejar de consumir los productos asociados a violencia simbólica contra la mujer.
Como verán este boicot no necesita acciones heróicas, ni identificación, ni tendencias en twitter, ni memes en facebook. Solo necesita acción. ¿Qué acción? No consumir los productos descriptos. Simple y sencillo. Ni siquiera la propuesta es no consumir sino reemplazar los productos que usen la violencia de género como medio de venta por otros productos que no recurran a ese dispositivo.
Con respecto a los programas en los medios de comunicación: dejarlos sin audiencia.
No debería ser complicado, no requiere un esfuerzo fenomenal.
Y con esto le das justo donde les duele: en la recaudación.
Con toda la energía colectiva que mostró la marcha del otro día calculo que se podría modificar desde lo microsociológico la estructura, dado que una empresa que ve descender abruptamente su volumen de ventas tiene que replantearse sus estrategias.
Incluyo a mujeres y hombres, porque también los hombres, que mostraron su solidaridad con el #NiUnaMenos pueden contribuir a este boicot con mucha contundencia, pensando que casi todos los productos destinados al público masculino usan a la mujer como gancho: por ejemplo las promotoras en las carreras de autos, en la publicidad de bebidas varias, en los programas de deportes en donde apelan al humor machista para lograr audiencia, etc.
Otra cosa: para que tenga efecto el boicot no puede durar un solo día o un par de horas. Tiene que ser por tiempo indeterminado. De esa forma servirá como castigo para unos y premios para los otros, dado que la suspensión de consumo de un producto no puede derivar en otra cosa que en prejuicio económico de sus fabricantes, y los prejuicios económicos, ya sabemos, son los únicos que preocupan a varios por ahí.
Supongo que si llevamos adelante este boicot silencioso podremos dar un paso decisivo en la búsqueda del #NiUnaMenos.
Convertiríamos las palabras en hechos, pasando de la denuncia a la acción, con recursos que tenemos a nuestro alcance y con una contundencia notable.
Entonces ¿ponemos en marcha el boicot?
Escucho propuestas.
21 comentarios:
¿Hay alguna estadística seria, completa y correctamente documentada que pruebe más allá de toda duda razonable que la violencia de género es unidireccional (varón agrede a mujer) en una mayoría significativa de casos? Pregunto porque cuando el varón es agredido o muerto, uno encuentra las noticias en las policiales, y siempre la razón es que "él la agredía a ella", con lo cual toda violencia y todo conflicto se ponen bajo el signo de la misma dirección "varón agrede a mujer".
Se pueden mencionar innumerables avisos y películas en las que el varón es agredido, humillado, ridiculizado y cosificado. La diferencia es que cuando esto pasa jamás se pone el grito en el cielo, a nadie le importa un bledo. Por cosificación se entiende no sólo "objeto sexual" sino también valoración exclusiva a partir de nivel económico (de esta cosificación no se habla jamás). La prostitución y sus derivados cosifican hacia ambos lados, no hacia uno sólo. Considerar a alguien un proveedor de dinero (status, títulos, etc.) es también cosificarlo, toda relación comercial cosifica.
Propongo el siguiente ejercicio: recopílense escenas de películas en las que se establezca una lucha física o intelectual hombre-mujer, y verifíquese el ganador. Será dificilísimo encontrar vencedores masculinos en cualquiera de ellas.
Un buen comienzo don Dormi. Justo ayer estábamos charlando de éstos con los amigos de la barra, y mi postura era unívoca: no soporto legitimar ni escuchando de segunda mano la mierda de los programas de chimentos, moda, magazines, Su Giménez, la vieja innombrable (supongo que ya se dará cuenta de quién hablo), etc. Varios conocidos me dicen que si entro a podar cosas así, me voy a quedar sin televisión. Y yo les contesto que eso no me quita el sueño. Menos que menos ahora que arranqué "El mundo y sus demonios", del genial Carl Sagan.
Mientras sigamos borrando con el codo lo que escribimos con la mano, no hay chance de enmendar las cosas.
Al Anónimo de las 16.50: Esa clase de escenas son las que usa el aparato mediático para la pantomima de presentarse como ecuánime. Además, si se fija, en las escenas de prostitución masculina, la condena implícita es mucho mayor que en el caso de la femenina. Casi casi como diciendo que si un macho se rebaja hasta la posición que la sociedad considera natural para la mujer, sólo merece el escarnio, o cosas peores.
No existe la idea de equilibrio en esos desenlaces, lo que prima es el deseo de venganza. Y lo que el colectivo que intenta hacer visibles los femicidios como cuestión social pregona está muy lejos de esa violencia que esperan del lado del establishment para justificar su represión: sólo pretenden justicia, y un marco legal que empiece a condenar, aunque más no sea desde el lado institucional, estos crímenes.
Anónimo:
No, al menos no alguna que yo conozca. Pero más allá de la cosificación del ser humano por parte de la publicidad, el asunto es proponernos y proponerles a los que apoyaron la marcha de la semana pasada que conviertan sus palabras en hechos.
Por ahí viene el asunto.
Téngame paciencia, yo sé lo que le digo.
Luiggi:
Si, resulta en éso. Por eso la propuesta apunta a confrontar las palabras con lo que habría que hacer.
Mire Dormidano, muy onda "verde" europeo lo suyo. Le digo lo primero que pienso después de leer (quizá de apresurado meto la pata), pero es lo primero que pensé. En todo caso que sirva como ejemplo de aquello que hay que trabajar.
Qué quiere que le diga... bueno, le dejo dos pareceres : Uno, me parece que los medios hacen lo que se les canta, y a eso no lo podemos modificar. Dos, para los ya conscientes podría ser una forma de protesta. Bueno una más. Tres, para los no conscientes en cualquier momento ponen un "hermoso" culo (depende el ideal de belleza de época) poniendo un huevo y con eso promocionan una corporación avícola. Y con esa publicidad venden millones de huevos.
O sea, lo que quiero decir es que si debemos proponernos no consumir aquellos productos que usan de alguna manera la figura femenina; desde yogurt a autos... bueno, entonces tenemos que (primero) hacernos la idea de como hacemos para ir al laburo en pelotas, a pata y comer pasto de la plaza.
¿ok?, ahora tire.
Pero si es anónimo, no sirve. Como lleva cada 4 de copas agua para que molino?
Amo a los queridos expertos, en el 90% de sus pronunciamientos. Son como aire fresco en un día bochornoso.
Si hay no-consumo, lo anónimo no necesita nombre, si lo que cuenta es el saldo en cuenta corriente.
Supongo que la clave es esa renuncia del consumo como castigo moral (por llamarlo casi apropiadamente) y no está mal pero, no deja de ser valioso en lo privado y, por ejemplo, las marchas y el careteo sirven para hacer facha y no necesitar demostrar nada. La tele basura se ve porque, en general, NO HAY oferta mejor, si la opción son culitos jóvenes bailoteando o una conferencia de la tía clotilde, ganarán los culitos pero, si la opción son buenas series, buenas películas, buenos programas "desculados", las audiencias se desplazan; el consumo de mierda se explica por falta de competencia más que por el "sabor" rico... sí, sería lindo que se relacionara el consumo de porquerías con las porquerías que pasan pero es una ruta larga, poceada y cansadora....
Personalmente, practico el boicot en lo que puedo. Es un acto muy pequeño en cuanto a perjuicio económico, ya que no hago peso en ninguna balanza. Pero desde comencé, hace años, mi pequeña lucha privada, hubo algunas personas a las que les pareció una buena idea y hacen otro tanto. Y todas ellas tampoco mueven una balanza. Pero nos sentimos bien, tanto como participar de una marcha, llevar alguna opinión pinchada en mi campera, o votar. Pequeñas acciones individuales, pero acciones. Alguna vez seremos más -ojalá- o nó. Veremos.
Rt:
Lo sé, lo sé.
Algo de eso hay, y verá que es necesario.
Jona:
Lo de anónimo es para el que participa. Más que nada porque no se solicitan heroismos, sino una actitud si ud. quiere mínima. El efecto no sería tan anónimo.
Beatrice:
Gracias. Iremos más allá de lo evidente. To be continued...
Ram:
Eentendió punto por punto. Y sí, es un camino largo.
Hola, soy el anónimo de arriba.
Sólo dos cosas: respecto de estadísticas, confieso mi ignorancia, no soy experto. Las estadísticas requieren mucho cuidado en su interpretación y diseño, aunque no dudo de que es posible representarlas de manera sencilla y también honesta. También como veo se puede insultar o agredir sin molestarse en debatir nada. Todo bien.
Respecto de la representación de la mujer en los medios, opino sólo y modestamente como cinéfilo: creo que hay tantas representaciones humillantes y estereotipadas del varón como de la mujer por lo menos. Por eso cuestiono la tesis de que esos estereotipos, por ridículos y disvaliosos que sean, sean causa de violencia, opresión y muerte. Me parece una relación no demostrada, nada más.
Llamar a no consumir productos que promueven estereotipos me parece perfecto, sólo que no eficaz en este caso. Y si la violencia es estúpida y perversa, lo es aún más entre personas que supuestamente se eligen para estar juntos.
Me río de los que me llaman "Anónimo" y firman con nicks.
Nick.
Yo quiero ser rico, así un ejército de gentes satisface mis delirios hedonistas, pero se que dentro del sistema es para pocos.
Como soy varón quisiera que mi poronga sea como la de Terminator, si fuera mujer quisiera una vagina como la de Terminator.
Lo de género es puro cuento, la violencia es el falo triunfante o la Diosa vagina, es el desprecio por el resto mediante los abusos, por mérito o rango, por herencia o elección.
Todos estamos contaminados y hacemos relaciones violentas, en variedad de grados por supuesto; es el atavismo de macho o hembra Alpha.
Beatrice:
¿Dónde decía "multiplicar es la tarea"?
anónimo más abajo:
No diría que no es eficaz, diría que no es tan espectacular. Pero más que nada lo que hace este pedido mínicmo es interpelar, por eso lo hago.
Moscón:
Interesante. Sepa que le van a caer los palos de todos los güines, eso sí.
Mejor un boicot en reuniones de amigos, familiares, alli es donde realmente se da la batalla. Diciendole a un misogino que es un misogino.
Dejar de comprar tal o cual producto no hara la diferencia jamas.
Moscón anda gracioso o todavía no salió de la cueva?
Ahora, si en algo tiene razón don dormi, pequeñas acciones en el lugar que cada uno pueda, hace diferencia. No sé si inclina la balanza, como dice Beatricce, pero ayuda a sentirse mejor.
Dígame antigua, pero creo que es una cuestión cultural y esos cambios llevan mucho tiempo.
La violencia simbólica, la violencia de las palabras e imágenes, saltan de la pantalla mágica. El tema es saberlo leer. No es poco.
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