Fiel a sus nuevos amos, Juan Manuel Ortubey, el Monseñor, se pone El Lopérfido para responder las críticas a sus propias acciones: como es costumbre en el PRO, la máxima de cabecera en estos casos es buscar un culpable externo (anterior, contemporáneo y porqué no futuro) y achacarle las propias deficiencias. Mientras más estructural e inevitable parezca es mejor. Como Juan Manuelito no tiene habilitado el sonsonete de la pesada herencia ahí lo tenés al Brexit para pagar el pato de sus errores.
Bien Juanma. Ya te merecés al menos un ministerio (y quién te dice ¿no?)
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Anotemos un dato: es interesante ver para quién está operando La Política online. Que no es para Monseñor, of course. Te la dejo picando.
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