martes, 17 de mayo de 2016

LOS SICOFANTES

En el barrio a esta gente le decían de otra manera, un poco más pedestre y exaltada. Nosotros diremos que son sicofantes, buchones baratos dispuestos a arrastrarse por el piso con tal de quedar bien con el patroncito.
Observen el entusasmo militante (si, dije militante) que ponen en su delación, casi se los puede ver esperando en la puerta de su amo moviendo la cola, esperando entregar las "pruebas" que lograron juntar mandando al frente a sus compañeros.
Vamos a añadir un comentario. Si querés pasar inadvertido en una fiesta televisada te quedás piola, no abrís la boca. Pero cuando abrís la boca en territorio hostil, rodeado de gente que te llevaría a la rastra hasta la puerta del ingeniero Offshore para delatarte y conseguir un mango más, no me parece que seas un cobarde. Que se yo, digo.
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Un valiente
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El mago sin dientes que filma
¿Para quién será la grabación?
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Que compite por el cetro de Mirtha
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Linda gente para darle la espalda

7 comentarios:

Unknown dijo...

Rescato algo que escribí hace tiempo respecto de los cobardes (perdón si es un poco extenso) "Cuando era chico, digamos desde los diez u once años hasta el final de mi secundaria era, por decirlo de alguna manera: bastante beligerante, no es una cualidad de la que hoy me enorgullezca, pero, la verdad, me agarraba a trompadas con bastante mas frecuencia que el común de mis amigos. Me crié en un pueblo muy chiquito de la provincia de Buenos Aires donde nos conocíamos todos y donde, por supuesto, había diferentes barras de pibes que convivíamos en la misma escuela, el mismo club, la misma canchita de fútbol pero que por distintos motivos pertenecíamos a distintos grupos. Así también en cada grupo se juntaban distintas personalidades, buenos pibes, no tan buenos, algunos muy humildes, otros un poco mas acomodados, buenos alumnos, regulares, malos, solidarios, egoístas, que no obstante formábamos un grupo de pertenencia del que nos gustaba mucho ser parte. Mientras pensaba en estas cosas me acordé de una clase de pibe que siempre me causó mucho rechazo y eran los cobardes, pero no sólo cobardes, sino que eran pibes que desde esa condición disfrutaban cuando, nosotros los que por nuestras falencias no podíamos evitar agarrarnos a las piñas se ofrecían a tenernos el guardapolvo, el portafolios, nos arengaban, se ponían de nuestro lado como para ser parte de una pelea que no les pertenecía y a la que no les daba el cuero para participar. Pibes que ante su condición elegían ser comparsa de los mas "fuertes". Algo parecido pasa cuando un país emergente por falta de huevos, por avergonzarse del grupo al que por historia, cultura, origen y necesidades pertenece irremediablemente elige hacerle el aguante al que el cree mas poderoso a fin de estar del lado del que inexorablemente va a salir ganando. Es el camino más fácil, no importa traicionar a los que son nuestros iguales, no importa traicionar a los que nos apoyaron siempre, no importa nada, les gana la cobardía, les gana el afán de que el que ellos creen seguro ganador al final les palmee la espalda y les diga "gracias che" , de lo que no se dan cuenta es que en la percepción del que se cagó a trompadas, ese que le sostuvo el guardapolvo no es mas que un cobarde y un pusilánime.

José Pepe Parrot dijo...

Adrián:
Mooy bueno.
Me acordé del chiste ése que dice masomenosasí: Un tipo le contaba a otro: "...y cuando vi que eran tres contra uno me indigné y me metí" "¿-Lo salvaste al pobre hombre?" "-No, entre los cuatro le dimos una paliza bárbara"

Unknown dijo...

Casualmente, no tan casualmente, los tres que conozco de la mesa 43, Fanego, Zylberberg (que ademas es muy linda) y Spinner me parecen gente talentosa e inteligente. Del buchón que publica debo decir que en su ocupación no demuestra ser ninguna de las dos cosas.

José Pepe Parrot dijo...

Adrián:
Exacto.
Y de la Fabbiani ni le cuento.

Obediencia debida al Dios televisor dijo...

Lo de Adrian es el diagnóstico perfecto de la situación, no de ahora solamente, sino del comportamiento de un sector social muchas veces visto en la historia argentina. Yo le llamo el síndrome de la obediencia debida. Obediencia al poderoso, al que grita mas, al que insulta mejor, al que se impone por medio de la violencia tenga razón o nó. No quieren quedar del lado de ese débil que recibirá la violencia en todo su rigor por parte del que la expresa y la ejerce.

"Algo habrán hecho", "kirchneristas de mierda", son frases que les sirven de "Pase de protección" para salvarse de la lista negra que anuncia el megáfono de los medio masivos.
Y saben que de ésos debiles apaleados saldran los laburantes políticos, científicos y ciudadanos que se arremanguen y arreglen el desastre que armó el poderoso violento, y ahí estarán para dar el azote y el grito cuando el poderoso duerma la siesta satisfecho de su orgia de destrucción. Como es abajo es arriba dice un antiguo dicho.

Anónimo dijo...

Angel de Brito dijo ? perdonen mi ignorancia, no se quien es, debe ser un " valiente " muy de cuarta, mire ud que se quien es el mago sin dientes !! ah y la otra reptadora , marianita mores !!!

Colorado del Monte dijo...


Cuando veo estos actos de buchonismo explícito, no puedo dejar de pensar en la teoría de dios en Feuerbach:
"Cuanto más engrandece el hombre a Dios, más se empobrece a sí mismo"
No importa si ese "dios" es el gordito barbudo que vive entre nubes o alguno más pedestre, más rastrero como el fantoche de lentejuelas. En la medida en que más se someten a su poder, más impotentes se vuelven sus fieles.
Es el "vuelo" de los renacuajos.
Abrazo patagónico !!!
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