sábado, 9 de mayo de 2015

LO VIEJO QUE QUIERE PARECER NUEVO

A pesar del esfuerzo discursivo, los muchachos de este rejunte llamado Grupo Manifiesto no hacen más que repetir la topografía neoconservadora, estampando en su discurso los lugares comunes correspondientes a tal pensamiento. Por eso proponen, por ejemplo, desasirse de la historia, maniobra que contiene por un lado la búsqueda de justificativos intelectuales para la impunidad y por otro la anhelada tábula rasa que requiere un dispositivo económico para reforzar sus privilegios. La pérdida de historicidad implica recubrir los procesos históricos con la falacia de mirar para adelante, como si esa mirada pudiera estar divorciada del pasado. De hecho, siempre estamos en el pasado y desde ahí pensamos. Es más, todo pensar es pensar en el pasado dado que solo es posible hacerlo de esa manera porque se piensa sobre hechos ocurridos, sobre posturas que ya se han tomado. Decir que van a pensar mirando hacia el futuro implica el pasado.
Y la pretensión de no antagonizar se derrumba a poco de andar cuando dicen "pensadores más interesados en la agenda del futuro" afirmación que confronta con quienes no acuerdan con esa supuesta mirada hacia adelante.
En fin, tal como dijo un comentarista, Fukuyama los aplaude.
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Nada nuevo, solo restauración conservadora.

2 comentarios:

Daniel dijo...

Grandes chantas del "pensamiento".

Diego dijo...

Siempre se piensa en contra de algo. Aunque sea, en contra de la nube de ideas entre las que se encuentran las nuestras.

A mí me parece que la ahistoricidad de estos muchachos se plantea porque la ideología neoliberal cierra dentro de las cabezas de esta gente, pero no cuando se la lleva a la práctica. De ahí la importancia de eliminar todos los datos empíricos y la historia.