A juzgar por el entusiasmo desplegado la semana pasada con el asunto de marras, parece que estamos maduros para establecer en el país una monarquía. Por tanto, pongan las barbas en remojo y busquen antecedentes de sangre azul entre sus familiares, cercanos, lejanos o sospechados. Quién les dice, por ahí terminan engrosando el catálogo de la realeza que con tanto amoroso cuidado cultivan algunos "especialistas" argentinos.
Es curioso constatar la enorme cantidad de monárquicos que habitan el bando de los republicanos, eso si.
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Por otro lado: muchos periodistas intentan comparar a Cenicienta con Máxima. No ha lugar. Cenicienta era pobre, sojuzgada y limpiaba pisos. Máxima no. Cuchame. Un poco de respeto con los cuentos infantiles.
Otro tema: Alertado por El Calumet, que en un comentario me anotició de la inmensa creatividad de las revistas cuya tapa ha sido insertada, llamo la atención al respecto para que los leyentes puedan observar el apabullante despliegue de recursos lingüísticos que manejan en esos templos del periodismo llamados "Caras", "Gente" y "Para Ti" (seamos justos, en "Para Vos" se esmeraron: en la "I" del nombre de la revista en vez del clásico puntito pusieron una corona, psssssttttt)
2 comentarios:
Les faltó decir algo de los titulares haciendo jueguitos de palabras con el nombre "Máxima". Genial, la creatividad al palo.
elcalumet:
Cierto. Es que hay tanta energía dando vueltas en esas redacciones que me inhibí.
Ahora que las veo en serie, cierto, parece que para abaratar costos contratan al mismo redactor.
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