miércoles, 17 de octubre de 2012

INICIATIVA EMPRESARIA

"La Asociación de Entidades de Medicina Prepaga solicitó al gobierno nacional que apruebe un nuevo aumento de 10% en las cuotas de sus afiliados para trasladar el incremento de costos que sufrieron en el último tiempo."
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He aquí lo que los "empresarios" argentinos llaman "iniciativa empresaria": aumentar. No tienen otra respuesta. Recorte de las ganancias, sinceramiento de costos, etc., son caminos que no están dispuestos ni siquiera a nombrar.
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"Si se había pedido un 15% y se dio un 7%, y ahora se pide un 10% y se da un 4%, el sistema va a estallar por el aire", señaló el empresario en diálogo con radio Mitre."
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El "empresario" en cuestión se llama Néstor Gallardo y no merece que alguien le diga "señor". Es un oportunista que, alentado por la consideración de que la salud es un negocio, amenaza a cara descubierta para obtener mayor "rentabilidad".
Los médicos que laburan en estas prepagas no reciben ni un peso de "los costos". Les pagan mal, a destiempo, muchas veces en negro, fuera de convenio, etc. O sea, de lo que habla este tipo es de la "tasa de ganancia". No tiene ni la más remota intención de mejorar el servicio que brinda. Y si pudiera, de acuerdo con las declaraciones que acá mismo hemos repasado, lo restringiría lo más posible porque hay personas que "no son rentables".
Ya lo hemos repetido hasta el cansancio: si no les conviene el "negocio" que se dediquen a otra cosa. Pero claro, no obtendrán en ningún lado los suculentos beneficios que se embolsan haciendo negocios con la salud de las personas.
Espero que los controles de los que tanto hemos hablado obliguen a estos cretinos hijos de una corporación de cretinos a que cumplan las reglas a pie juntillas. Y que, en caso de no cumplirlas, que les caiga en el lomo todo el peso de la ley. Todo, completo, sin atenuantes.
Aunque, perdónenme el escepticismo, lo dudo.
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Nota:
Sobre el estado de la Salud Pública tenemos que hablar largo y tendido. Desde ya en estos días voy a tirar la primera piedra.

4 comentarios:

ram dijo...

Capaz que me deje llevar por la emoción violenta que estos tipos me producen pero, haría ésto:
* liberalización total del negocio, que cobren lo que se les cante y que no cubran ni un resfrío, si gustan.
* eliminación de obras sociales o, mantenerlas como sistema complementario para la baja complejidad.
* seguro nacional de salud universal, meter guita y demás recursos, eje en la prevención, en la formación profesional, etc. pero salir corriendo del esquema salud/negocio.
Será complicado peroinfinitamente mejor y más barato que lo actual.
Y el que quiera y tenga como pagarlo, que se deje afanar y extorsionar con felicidad...

José Pepe Parrot dijo...

Ram:
No es mala la idea de trabajar en un seguro nacional de salud.
Y suspender el esquema salud/negocio.
Porque de esa forma toda la "rentabilidad" que se roban a mano armada todos estos vámpiros iría a fortalecer el sistema de salud en la parte más débil de la cadena, que es la prevención.
Si pensamos que muchas enfermedades se podrían evitar nada más que ¡comiendo todos los días! veremos cuán simple sería comenzar a erradicarlas.
Por otra parte, sí, dejarlos hacer a gusto y piacere, pero cumpliendo reglas estrictas, rigurosas, porque con la salud no se puede andar jodiendo como si fuera una hamburguesa o un celular.
Pero la clave es fortalecer el sistema público de salud, hacerlo crecer en complejidad, cantidad y cobertura.

ram dijo...

No, Dormi, patente de corso, digo, libertad, absoluta. Eso sí, control fiscal al mango y nada de clientela "cautiva". Que traspiren el catálogo de giles.
Quieren "libertad", que la tengan, pero, que no aparezcan por un hospital. Darles los gustos pero, que se banquen las consecuencias y de paso nos ahorramos los lloriqueos.

José Pepe Parrot dijo...

Ram:
Podría ser.
Pero más que nada y antes que todo, cualquier iniciativa de salud debería hacerse bajo la premisa de que la salud no es un negocio.
Incluso la formación profesional de los médidos, de donde sacaría cagando a los laboratorios que corrompen a los estudiantes aún antes de que se reciban.