jueves, 13 de septiembre de 2012

EL ODIO II

Hoy tenía que procesar los datos de la encuestita funambulesca que engalana nuestro día a día para toda la amable teleplatea, pero creo necesario retomar el tema sobre el que hablamos hace algunos post. En rigor de verdad, hable yo, con la esperanza de que alguien leyera lo escrito.
Entonces mejor decir, volveré a hablar del odio.
Había dicho antes que existía una diferencia fundamental entre los que promueven la marcha del día de hoy y nosotros, los que no vamos a ir: el odio.
Odio puro y duro, que ahora se expresa en una marcha con tintes reaccionarios, xenófobos, racistas y sumamente violentos. Odio que antes auspiciaba y consentía el asesinato y desaparición de personas (y no hablo sólo en la dictadura del ´76, me refiero a todas las veces en que toleraron y prohijaron el asesinato como forma de sostener sus privilegios de clase).
Ese odio no nos habita. No los vamos a mandar a matar porque crean que Videla es un prócer y Grondona un intelectual de fuste. Nadie va a prohibirles marchar, publicar sus opiniones, montar fotos insidiosas, manifestar que odian a los negros, a los peruanos, a los bolivianos, a los putos y a los zurdos, no necesariamente en ese orden. Podrán gritar a los cuatro vientos que los pobres les dan asco e incluso, sostener que deben ser exterminados.
Para que Uds. digan esas cosas sin que les cueste la vida la sangre que corrió fue la nuestra. Los que Uds. defienden asesinaron a los que hicieron posible esta posibilidad que aprovechan para volver a pedir venganza, muerte y exterminio.
¿Qué contrasentido no?
Y Uds. nos dicen a nosotros que estamos cargados de odio. Mira vos.
Repito aquello que fue dicho la semana pasada: marchen, protesten, háganse oir. Nosotros como siempre velaremos para que ese derecho nunca sea puesto en duda.
Aunque todavía, de nuevo, quieran matarnos y hacernos desaparecer.

6 comentarios:

Luis Quijote dijo...

Para que triunfe el mal, sólo es necesario que los buenos no hagan nada.
·Edmund Burke·

Ya se me "cortó la cadena" y en cuanto me cruce con uno, le voy a meter las cacerola de teflón como sombrero.
Todo tiene un límite, y estos imbéciles se pasaron de la raya.

Marce dijo...

Juana salía de trabajar con su bolso de todos los días colgado del brazo. No llevaba mucho, un litro de leche y milanesas para los chicos que seguramente la estaban esperando.Limpia en casas de familia y anoche caminaba para su casa cuando se encontró con tanta gente.
Lástima, pensó, cuántas lindas cacerolas aporreadas y se acordó de las cacerolas de aluminio abolladas y viejitas que usaba para cocinar.
¿que no pueden comprar dólares? Juana nunca vió ningún billete...
¿que no hay seguridad? y sí, ta'fulera la calle. Si lo sabrá ella que sale a las 5 todavía de noche y vuelve de noche también.
Lástima, pensó,si no hubiera estado trabajando le habría gustado venir al Monumento...estaba de linda la noche...

José Pepe Parrot dijo...

Luis:
No se enoje.
Déjelos que se expresen a gusto.
Hay que dejarles el monopolio de la violencia.

José Pepe Parrot dijo...

Marce:
Es necesario entender qué intereses defienden unos y otros.
Porque de esa dilucidación se desprenden muchas cosas.
Doña Juana debe entender que su condición no es una condena, es una contingencia y que es un deber ineludible transformar situaciones solidificadas en temporales y superables: la famosa igualdad de oportunidades que no se les ocurrió defender a los que protestaban anoche.

Marian Frost dijo...

Leí en Página 12 que cantaban “El que no salta es negro y K”...dejaron muy claro quiénes son y qué piensan. Muy de acuerdo con eso de "dejarles el monopolio de la violencia"

José Pepe Parrot dijo...

Marian:
Si, es justo lo que hay que hacer para que se les termine de caer la máscara y muestren sus verdaderas intenciones.