viernes, 17 de agosto de 2012

PRUDENCIA, BUEN OJO Y TEMPLANZA

Me permito en este pequeño y emotivo acto soltar un pensamiento al aire, así como quien libera palomas para que se las morfen los halcones de Macri: muchachos de La Cámpora, sumen prudencia, afinen el ojo y carguen las alforjas con templanza.
Paso a explicarme
Prudencia: para no meter la pata y darle de comer a las fieras, porque están acechando, esperando la oportunidad de caer encima de cualquier cosa. Entonces, no hay que dejarles la mesa servida, evitar llevar adelante planes de dudosa eficacia, limitar el fanatismo y la adhesión sin límites, porque en esa ceguera se ahogan las mejores intenciones.
Buen Ojo: el mejor estratega es el que sabe sopesar beneficios y pérdidas de cada acción emprendida, tienen la capacidad de anticipar la reacción de propios y extraños. Eso hace falta, sofisticar la mirada, evitar las trampas que colocan los operadores de siempre. Tener buen ojo, no pensar que el mundo es binario y maniqueo, comprender los grises, evitar las celadas que tiende el cazador para pescar a la víctima ingénua. A veces el mejor curso de acción es el silencio y la ubicuidad para que, cuando la voz se eleva, sea escuchada claramente, sin obstáculos.
Templanza: Nicos Poulantzas decía que el poder era una situación estratégica en donde una clase imponía sus objetivos a toda la sociedad. Es éso lo que le criticamos con tanta insistencia a la burguesía, a la oligarquía y a quien fuere. Por tanto, y para ser coherentes con esa primera posición, es necesario no caer en ella por un exceso de confianza en las propias fuerzas. Porque entonces ¿qué diferencia habría entre lo que criticamos y nosotros? Eso puede traducirse diciendo que no hay que tomar todos los espacios por asalto, trepar a posiciones insostenibles con tal de lograr visibilidad. Recordar que, a pesar de la mayoría electoral, hay una porción nada despreciable de argentinos que no comulgan con los objetivos del gobierno y no hace falta y es contraproducente imponérselos simbólicamente a cada paso, porque eso es, acá y en la China, violencia. Y un tipo de violencia especial: reaccionaria.
Por eso, sugiero ganar en templaza y no emborracharse con la propia imagen que devuelven ciertos espejos.
En conclusión:
Si cae el proyecto en danza, si cae La Cámpora, no sólo cae el proyecto en danza y La Cámpora: caerá todo el espacio progresista (los más y menos progresistas), todos mezclados e igualmente jodidos. No se harán distingos entre los que estaban más cerca o más lejos. Y será una dura derrota (que espero no ocurra). Los que están en posiciones de visibilidad deben tener en cuenta lo dicho, para que sepan que tienen una grave responsabilidad sobre sus hombros. Una responsabilidad con la que no pueden joder porque costó mucho llegar hasta acá, costó sangre que salió del campo popular y que debe ser honrada.
Nada más.
Un brindis y un fuerte aplauso.

2 comentarios:

Alejandro Bresler dijo...

Está muy bien esto, che. Abrazo.

José Pepe Parrot dijo...

Alejandro:
Muchas gracias.